La capital acapara las denuncias por 'botellón'

Nueve de cada diez denuncias registradas en la región durante el año pasado por consumir alcohol en la calle se presentaron en la capital. Madrid acumuló el año pasado 9.617 quejas por practicar el botellón en sus calles y plazas. De esas denuncias, 232 fueron impuestas a menores de edad. Entre el resto de municipios apenas suman 1.000 denuncias. Después de Madrid, la localidad que más sanciones impuso fue Fuenlabrada, uno de los municipios de la región con más población joven, que acumula 398 actas levantadas por beber alcohol en la calle.

Además de las sanciones impuestas por practicar el botellón, la Policía Municipal de Madrid puso 474 denuncias a locales que vendieron alcohol sin tener autorización (30 por servir a menores); 32 en bares que vendieron alcohol a chavales que aún no habían cumplido los 18 años, y 99 a establecimientos y bares que vendieron tabaco a menores. "El botellón se puede combatir y llevarlo a su mínima expresión. En algunas plazas que antes estaban llenas de jóvenes bebiendo, ahora ya no hay botellón y en otras el consumo es sólo esporádico", señalaron fuentes municipales.

El Gobierno regional decidió precisamente elaborar la ley antibotellón en verano de 2002, después de que durante meses los vecinos de la plaza del Dos de Mayo denunciasen que el botellón estaba deteriorando las calles y las plazas y les impedía dormir por la noche. Los residentes llegaron a manifestarse enfrente de la plaza de la Villa, donde tiraron al suelo restos de botellas y vasos.

Después de Madrid, el municipio que más denuncias por consumir alcohol en la calle registró el año pasado fue Fuenlabrada. La policía de esta localidad puso 398 denuncias por consumir alcohol en la calle y 30 a locales que vendieron alcohol a menores, según confirma la concejal de Seguridad Ciudadana, Rosalina Guijarro. "Hay pocas sanciones a los locales porque normalmente el alcohol lo compran los que son mayores de edad", explica Guijarro, que quiere hacer hincapié en que la labor del Ayuntamiento es "prevenir más que sancionar". En Fuenlabrada, los jóvenes se reúnen en la calle La Plaza, donde hay numerosos bares.

El edil de Seguridad de Getafe, David Lucas, asegura que en su municipio se han puesto "pocas sanciones". "Hemos adoptado otras medidas, como abrir los centros cívicos los fines de semana o crear un Grupo de Menores que hable con los chicos", señaló Lucas. El Consistorio tuvo que vallar zonas de botellón, como la del Padre Blanco o el paseo del Ferrocarril.

En Alcorcón, la Policía Local apenas impuso denuncias en 2003, según reconoce el edil de Seguridad, Ginés Meléndez. "Hemos puesto 30 denuncias por beber alcohol en la calle y seis a establecimientos que vendieron alcohol a menores. El problema es que tenemos que dedicar nuestros recursos policiales a prevenir el delito en Costa Polvoranca y las denuncias por botellón pasan a segundo plano", señala. Desde el pasado 24 de julio, todos los fines de semana dos patrullas de la Policía Local vigilan la zona. Otros lugares donde se concentran los jóvenes son el Parque de Lisboa y el centro urbano.

La Policía Local de Alcalá de Henares puso un total de 20 denuncias por consumir alcohol en la calle, sobre todo en la zona del campus universitario y del parque O'Donnell. En estos lugares suelen concentrase hasta 500 personas para practicar el botellón. En municipios más pequeños, como Torrejón de Ardoz, la Policía Local apenas ha puesto 20 denuncias por botellón y cinco a locales por venta de alcohol a menores. "Aquí el botellón es prácticamente inexistente", explica el concejal de Seguridad, Francisco Montero (PSOE). San Fernando de Henares, gobernado por IU, no registró ninguna denuncia durante 2003, ya que, según fuentes municipales, "no existe el botellón". Coslada acumuló tan sólo 15 denuncias, según su concejal de Seguridad, Francisco Javier Becerra (PP).

Entre Alcobendas y San Sebastían de los Reyes, municipios limítrofes, acumularon entre los dos durante el año pasado un total de 30 denuncias por consumir alcohol en la calle. Los jóvenes de estas localidades suelen reunirse en una zona de San Sebastián de los Reyes conocida como La Dehesa. "Los focos de botellón están controlados, aunque últimamente la población inmigrante se ha unido al fenómeno", explican fuentes del Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes.

Puntos B

En Tres Cantos, cuyo Ayuntamiento quiere habilitar nueve puntos B donde los jóvenes puedan reunirse a charlar, tocar música y presumiblemente a beber alcohol, la Policía Local impuso 198 denuncias en 2003.

En la zona nororeste de Madrid no existen grandes focos de botellón. En Majadahonda, uno de los lugares que más gustaban a los jóvenes, se ha producido un significativo descenso de las reuniones. Desde la Policía Local aseguran que ya no existen grupos en los parques, como sucedía antes: "Venían de otros municipios aquí. Pero, la verdad, es que en la actualidad ya no pasa".

En Villalba, un lugar donde también se daba el botellón, se ha reducido drásticamente. "Se concentraban en la zona de las viviendas del Ivima y cerca de la iglesia, pero ya no se les ve. Quizá eligen otros espacios, pero lo que está claro es que no se reúnen tantos", dice la portavoz de la oposición, Carmen Gómez, del PP.

No todos los municipios han tenido problemas con el consumo juvenil de alcohol. En Pozuelo la incidencia nunca fue muy alta. "Se reunían en lugares alejados, y la verdad es que ahora no recibimos quejas de los vecinos", explica Esther Alonso, portavoz del PSOE, en la oposición. Fuentes del equipo de gobierno, del PP, indican que no se imponen sanciones porque no hay botellón. "En verano puede haber algún grupo en la avenida de Europa, pero es mínimo", mantienen las mismas fuentes. Lo mismo ocurre en pueblos como Boadilla del Monte o Las Rozas, donde esta práctica nunca ha adquirido grandes proporciones.

Esta información ha sido elaborada por Susana Hidalgo, Oriol Güell y Esther Sánchez.