Tarjeta amarilla a una playa sucia
La Comisión Europea insta al Gobierno central a detener la contaminación de la Gola de Motilla de Sueca
La Comisión Europea instó ayer al Gobierno español a "detener" la contaminación de la playa de Motilla, situada en el término municipal de Sueca, que vienen denunciando sus residentes desde hace unos 12 años. Se trata del último apercibimiento remitido por el Ejecutivo comunitario por "incumplir la directiva sobre el tratamiento de las aguas residuales urbanas y la directiva sobre aguas de baño en Sueca". Bruselas precisó que la contaminación proviene de "la inadecuada modernización de las operaciones de tratamiento de las aguas".
Las autoridades españolas indicaron "que hay en curso trabajos de construcción para tratar las aguas residuales urbanas". Sin embargo, la depuradora de Sueca inaugurada el pasado otoño por la ministra de Medio Ambiente, Elvira Rodríguez, sólo recibe un 60% de las aguas residuales que producen tanto el núcleo urbano como el polígono industrial. El colector perimetral al que se debe conectar todo el alcantarillado para trasladar las aguas a la depuradora no está finalizado, según reconoció ayer el alcalde de Sueca, Salvador Gil (PSPV).
Falta una tercera parte del mismo y para completarlo el Ayuntamiento solicitó el pasado mes de septiembre "ayuda técnica y económica al presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y al comisario de Aguas".
También está pendiente de que la Diputación de Valencia incluya el colector en el Plan Provincial de Obras, pero en estos momentos no se lleva a cabo ningún trabajo, tan sólo un técnico de la CHJ "está realizando un seguimiento para que no lleguen al mar vertidos contaminantes". A través de la Gola de Motilla llegan las aguas muy contaminadas al Mediterráneo, y no sólo por las aguas residuales procedentes de Sueca. Hay que tener en cuenta que la Acequia Mayor, más conocida por el Sequial, nace en el Azud de Sueca con las aguas del Júcar que bajan sin depurar de poblaciones como Alzira y Carcaixent. Y recorre el término de Sueca absorbiendo las aguas de otras acequias menores como la dels Arbres.
Gil añade que a la Gola de Motilla llegan también aguas sin depurar procedentes de poblados marítimos como el Mareny de Barraquetes y el de Sant Llorenç, además de los vertidos procedentes de las urbanizaciones ubicadas en las distintas playas.
La primera autoridad local asegura que el Consistorio "está muy concienciado del problema", aunque reconoce el "retraso" sufrido en la construcción de colectores y depuradoras. El portavoz municipal del PP y concejal responsable de las playas en la anterior legislatura, Enrique Segarra dijo ayer que la contaminación disminuyó durante el último año y que este problema que considera "prioritario" está ya "en vías de solución".
Los residentes en los apartamentos de esta playa fundaron hace dos años la Associació de Veïns Platja de Motilla para denunciar la constante contaminación de la zona en todos los estamentos. Su presidente, Agustín Genovés, "harto" de ver las aguas sucias encabezó el movimiento vecinal y remitió escritos desde el Ayuntamiento de Sueca hasta la Agencia Europea de Medio Ambiente, pasando por la Generalitat y el Ministerio de Medio Ambiente. El mismo Tribunal Superior de Justicia valenciano consideró el hecho "delito ecológico", según Genovés, e instó al juzgado de Sueca a que instruyera las correspondientes diligencias.
Genovés, que se mostró bastante satisfecho por el apercibimiento de la Unión Europea, confía en que el problema se solucione. Los veraneantes de esta zona de Sueca lamentan que sólo se puedan bañar "dos o tres veces al año" cuando el viento de poniente arrastra la suciedad.
La Comisión Europea llevará a España ante el Tribunal de Justicia de UE para que cumpla la legislación comunitaria sobre evaluación de impacto ambiental. Bruselas estima que la normativa española no ofrece suficientes garantías sobre el proceso de información pública de proyectos que han sido sometidos a una evaluación de impacto ambiental, lo que afectaría, entre otras obras, al trasvase del Ebro. La Comisión no aclaró ayer si esta denuncia afectará a la financiación europea del trasvase. Bruselas constató también que España adecuó con retraso la directiva sobre evaluación de impacto ambiental, con lo que quedarían afectados los proyectos presentados para su aprobación en octubre de 2000.
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