De nuevo cuesta abajo

Carolina Ruiz era una de las más firmes promesas del esquí español. Con sólo 18 años quedó segunda en la prueba de la copa del mundo de gigante celebrada en la estación italiana de Sestriere. Eso fue en 2000 y la carrera de la esquiadora granadina seguía su curso con altibajos hasta que en septiembre de 2003, durante un entrenamiento en Chile, sufrió una grave lesión. Ayer, y tras una intensa recuperación, regresó a participar en la Copa del Mundo. Terminó en el puesto 42 en el supergigante de Copa del Mundo celebrado en la estación suiza de Veysonnaz y ella se dio por satisfecha. Terminó a 3 segundos y 35 centésimas de la ganadora, la alemana Hilde Gerg.

El entrenador del equipo femenino de la real Federación Española de Deportes de Invierno, Luciano Acerboni, asegura que Ruiz realizó una buena bajada hasta llegar al último muro, donde "perdió un tiempo precioso". Ruiz explica desde Suiza que ya está habituada a velocidades medias pero que al pasar de los 100 kilómetros por hora aún se resiente de la falta de entrenamiento. Duele sólo imaginarlo.

Ruiz sufrió la rotura del peroné de la pierna derecha y distensión de ligamentos del tobillo. "Fue en un entrenamiento bajando en línea recta para probar unos esquís. Tuve un fallo tonto, un esquí se enganchó y todo se complicó. Tuve mala suerte y me caí de una forma tonta. Pensamos que no sería grave, pero lo fue", relata resignada.

Tras una dura recuperación, Ruiz espera volver a estar entre las mejores en las próximas pruebas de la Copa del Mundo. "No he podido entrenar mucho y he hecho un buen resultado. Ahora espero mejorarlo". Carolina viaja hoy de Suiza a Cortina d'Ampezzo (Italia) donde entrenará el martes para los dos descensos y dos supergigantes que van a disputarse los próximos 14 y 15.

Será el próximo descenso de la carrera de Ruiz, nacida en Chile en 1981 y afincada en Granada prácticamente desde que nació. Su padre, Isidoro, granadino y profesor de esquí en Sierra Nevada se fue en el verano de 1979 a Chile, a la temporada invernal. Se instaló en Osorno, ciudad situada unos 1.000 kilómetros al sur de la capital, Santiago, para trabajar en la estación de Antillanca. Allí conoció a su mujer, chilena y también profesora de esquí. La pareja siguió yendo y viniendo, y en octubre de 1981 coincidió el nacimiento de Carolina en Osorno. A las tres semanas vino para España, y desde entonces ha vivido entre Sierra Nevada y Granada.

Cuando Carolina sólo tenía cuatro años, su padre la montó en unos esquís y le inculcó el gusanillo del descenso. Vivía en Sierra Nevada, muy cerca de la otra estrella del esquí femenino español, la también granadina María José Rienda. Las familias se conocen desde siempre.

En el colegio, Rienda y Ruiz no jugaban al baloncesto ni a ningún deporte normal. En el colegio público de Sierra Nevada los niños esquían. Con 15 años Ruiz entra en el equipo nacional y comienza a ganar carreras. En 2000 fue subcampeona del mundo junior de gigante.

Ahora, y una vez superados los problemas, espera volver a estar entre las mejores. Donde estuvo a principio de la temporada Rienda, que acabó tercera en el eslalon gigante en la prueba de la Copa del Mundo celebrado en octubre en Sölden (Austria). Ruiz ya ha hecho lo más difícil: superar la lesión sin lamerse demasiado las heridas.