"A Gallardón le habría ido mejor conmigo que con Aguirre"

Ocho meses después de quedar descabalgado de la presidencia del Gobierno regional por la traición de dos de los suyos, Rafael Simancas, 38 años, está inmerso en su papel de látigo de la oposición, pero en un escenario que no esperaba: en medio del enfrentamiento de Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón.

Pregunta. Es inevitable comenzar la entrevista preguntando por la difícil cohabitación entre Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón.

Respuesta. A estas alturas podemos hablar de un conflicto político abierto entre Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón. Si no son capaces de ponerse de acuerdo para organizar una comida de Navidad sin tirarse los trastos a la cabeza, ¿cómo podemos esperar que Aguirre y Gallardón se pongan de acuerdo razonablemente en un marco de colaboración leal para resolver problemas como la inaccesibilidad de la vivienda, como la atención a los inmigrantes o como la estabilización de los empleos o la seguridad o la inseguridad ciudadana, que requieren inexorablemente de la cooperación entre Comunidad y Ayuntamiento? Desde el grupo socialista les estamos reclamando que dejen al margen sus desencuentros personales y políticos y que actúen en un marco de lealtad institucional.

"La privatización de las líneas de Metro supondrá un aumento de las tarifas"

"Pondremos carteles donde se indiquen los días que le quedan a Aguirre para dimitir"

"El sentido común dicta que hay que acabar las obras del teatro del Canal"

P. ¿Cree que Gallardón se estará preguntando si con usted en el Gobierno todo sería más fácil?

R. Pues probablemente, probablemente a Gallardón le hubiera ido mejor conmigo en el Gobierno que con Esperanza Aguirre. Pero a la Comunidad le habría ido mejor con un Gobierno socialista, no sólo porque no hubiera habido tantos problemas con el gobierno municipal, sino por otras razones.

P. Se habla de la posibilidad de que se paralicen las obras del teatro del Canal.

R. Vamos a preguntar al Gobierno regional en torno a los planes sobre el futuro del teatro del Canal. Nosotros participamos en ese debate y no coincidíamos plenamente con las posiciones de Gallardón y Alicia Moreno. Ahora bien, una vez aprobado el proyecto, una vez iniciadas las obras, una vez invertidos fondos importantes procedentes de los impuestos de los ciudadanos, lo lógico, lo razonable, lo que dicta el sentido común, es terminar el proyecto comprometido. Es lo que hubiera hecho mi Gobierno. Si Aguirre no sigue adelante con este proyecto todo el mundo entenderá que está guiada por la pura venganza.

P. Hay quien dice que detrás de esa posible paralización de las obras está también una maniobra que está allanando el camino hacia una posible privatización del Canal de Isabel II.

R. Esperanza Aguirre anunció en la investidura que iba a iniciar un proceso de privatización de empresas y organismos públicos en la Comunidad. La experiencia dicta que el Partido Popular siempre comienza a privatizar por las joyas de la corona y hay pocas empresas y organismos públicos en la Comunidad de Madrid que resulten más rentables que el Canal de Isabel II. El Canal, me temo, es una de las principales candidatas, es una de las empresas principales candidatas a ser privatizadas.

P. También se habló de la privatización de algún ramal de la red del metro que piensa construir.

R. Aguirre propone una receta universal para resolver los problemas de los ciudadanos de Madrid: bajadas de impuestos y privatizaciones. Desde luego, el Partido Socialista va a estar radicalmente en contra de esta receta y los ciudadanos de Madrid han de saber que esta receta de menos impuestos, más privatizaciones en las políticas del Partido Popular supone cuatro cosas. Una, menos impuestos para unos pocos sólo. Dos, más impuestos, sobre todo impuestos indirectos, para la mayoría. Tres, buenos negocios, magros negocios para algunos amiguetes, y cuatro, menos recursos a disposición de los servicios públicos que atienden las necesidades de la mayoría. Es un debate que viene de largo: ¿cuánto Estado?, ¿cuánta Administración? La privatización de líneas del metro supondrá, inevitablemente, un incremento de las tarifas, al menos en las líneas privatizadas. El Partido Socialista sólo propuso, y nos parece un objetivo ambicioso, 50 kilómetros de metro, de nuevas líneas de metro en dos legislaturas. Gallardón hizo 104 en dos legislaturas, es decir 52 por legislatura. Esperanza Aguirre quiere superar a todos y hacer más de 70. Este complejo que tiene Esperanza Aguirre con respecto a Alberto Ruiz-Gallardón es posible que cueste caro, no sólo a las arcas de la Comunidad, sino también a la ciudadanía.

P. En materia de seguridad el Gobierno regional apuesta por la Bescam.

R. El problema del incremento de la criminalidad no se resuelve con Bescam ni con los hombres de Harrelson. Lo primero que debía hacer el Gobierno regional es aclarar su oferta, porque hasta ahora las declaraciones del Gobierno regional han sido confusas y contradictorias. Los problemas de la Comunidad se resuelven con un plan directo de seguridad ciudadana que conlleve una simplificación del modelo policial. Los alcaldes socialistas primero van a reclamar una posición seria y clara por parte del Gobierno regional. A continuación, si reciben la oferta de un nuevo compromiso, van a pedirle al Gobierno regional y al Partido Popular en general que cumplan los compromisos anteriores. Por ejemplo, que la Delegación de Gobierno del Ministerio del Interior cumpla los compromisos adquiridos con los alcaldes socialistas para mejorar las dotaciones de las comisarías de Policía Nacional y los cuarteles de la Guardia Civil de Madrid. Pero, tal y como está planteado el modelo Bescam, el Partido Socialista y los ayuntamientos socialistas dirán no.

P. Habla de los proyectos de Aguirre como un giro a la dereccha del PP en Madrid.

R. El Gobierno de Esperanza Aguirre habrá que valorarlo por sus actuaciones y actuaciones. Todavía, la verdad, es que ha habido muy pocas. Sin embargo, en el debate de investidura las primeras declaraciones y actuaciones de los consejeros dan unas pistas sobre cuáles son las características de este Gobierno. Es un Gobierno muy conservador, extraordinariamente derechista. Aguirre, cuando formó Gobierno, tuvo que elegir entre un Gobierno de buenos gestores y un Gobierno de hombres leales, y yo creo que se quedó con lo segundo porque quizá tenía en perspectiva los conflictos internos en el Partido Popular o los complejos de los que habló con Alberto Ruiz-Gallardón, pero el caso es que no eligió a personas competentes y con conocimiento en las áreas, y a las pruebas me remito; el que sabía de urbanismo se dedica a educación.

P. Uno de los grandes debates en toda la campaña fue la Ley del Suelo. Usted prometió una reforma de la Ley del Suelo. Aguirre propone hacer un mapa para saber exactamente qué es lo que se puede construir.

R. Esperanza Aguirre está diseñando su política urbanística en función de los intereses de los dueños y los grandes propietarios y de los especuladores del suelo en Madrid. Su política sobre vivienda es absolutamente contraproducente. Ella plantea que ha de desaparecer la figura de la vivienda protegida porque es preferible, a su juicio, subvencionar al ciudadano que acude a comprar una vivienda en el mercado libre. Más del 30% de los ciudadanos de Madrid que buscan vivienda no pueden acceder al mercado libre, ateniéndose simplemente a sus ingresos. Es imposible que una pareja joven que tiene la necesidad de una vivienda pueda pagar los 60 o 70 millones que se están pidiendo en Madrid capital en el mercado libre ¡Es imposible! Ante esto, ¿qué es lo que propone el partido socialista? Construir vivienda protegida. Sobre terreno público, vivienda de 15 o 16 millones, que puede ser accesible al conjunto de la ciudadanía. ¿Qué propone el PP? Subvencionar a esta pareja. Bien, ¿con cuánto dinero? ¿Qué tipo de vivienda se subvencionaría? ¿Se subvencionarían viviendas de 60-70 millones?

P. Aguirre prometió que el medio ambiente primaría sobre el urbanismo.

R. Pero unir estas dos consejerías dice lo contrario; es una medida reaccionaria y antiecológica. Nosotros planteamos que todo el suelo debe estar protegido, excepto aquellas zonas reservadas para construir, y Aguirre dice lo contrario: todo debe estar disponible para construir.

P. El PP se ha puesto en la tarea de construir siete nuevos hospitales con otras fórmulas de financiación.

R. El PP se ha metido en un lío. Sus compromisos son de tal envergadura que van a resultar difícil de cumplir sin aumentar la presión fiscal y sin incrementar el endeudamiento de las arcas de la Comunidad. Todos los ensayos privatizadores o semiprivatizadores en la sanidad pública se han saldado con sonoros fracasos, entre ellos de calidad en la gestión. El hospital Fundación de Alcorcón es el que recibe más quejas de España. ¿Cómo puede ganar dinero un hospital? Reduciendo gastos y eliminando prestaciones.

P. Y ahí llegamos a la reducción de la listas de epera quirúrgicas, a las que Aguirre ha condicionado su cargo.

R. Tenemos muy presente el compromiso de Esperanza Aguirre, hasta el punto de que a partir de ahora cada comparecencia pública que tenga el grupo parlamentario socialista va a estar presidida por un cartel que va a señalar lo siguiente: quedan 788 días, quedan 745 días, hasta el cumplimiento de lo que ha sido un compromiso estrella.

P. Ocho meses después de la fuga de Tamayo y Sáez, ¿cómo ve la oportunidad que perdió?

R. Cada día soy consciente de que, no sólo yo, que sería lo de menos, no solamente el partido socialista, que sería importante, pero menos, sino el conjunto de los ciudadanos han perdido la oportunidad de contar con un Gobierno que afronte los problemas con sensibilidad, con capacidad, con perspectivas de éxito ante todos estos problemas. Pero, como decía el otro, no hay peor nostalgia que añorar lo que nunca sucedió y por lo tanto ahora estamos firmemente decididos a hacer una oposición seria y constructiva.