Modelos de estabilidad

Las elecciones del próximo mes de marzo serán, posiblemente, las primeras que se celebren en España con los dos principales partidos políticos del país enfrentados respecto a la organización territorial del Estado. Hasta ahora, las generales se habían venido celebrando con programas centrados en la situación económica y en las garantías de progreso y estabilidad que ofrecían los distintos partidos de alcance nacional. El tema autonómico aparecía sólo en los partidos nacionalistas. En esta ocasión, por primera vez, se van a discutir en todo el Estado diferentes modelos de desarrollo territorial, explicados, precisamente, como garantías de estabilidad.

Los socialistas son quienes más insisten en ese planteamiento. El Estado de las autonomías debe ser modernizado y adaptado a la experiencia acumulada en estos 25 años. La reforma de los estatutos se convertiría así en un instrumento necesario para esa estabilidad política del Estado y para el mejor desarrollo social y económico de los ciudadanos. La propuesta socialista se va perfilando cada día más. Quizá porque en el PSOE existen sensibilidades distintas al respecto, lo cierto es que los responsables del partido se están viendo obligados a hacer un relato minucioso de lo que proponen reformar. "El PSOE tiene que diseñar un modelo que sirva para todas esas sensibilidades", asegura un dirigente socialista de ámbito nacional. "Se estará de acuerdo o no con nuestras propuestas, pero está claro que el PSOE acude a estas elecciones con un programa concreto de reformas en muchos campos, incluido el autonómico", insiste.

El PSOE cree que los populares consiguieron la mayoría absoluta porque un millón de votantes socialistas se quedó en casa, y que eso no volverá a pasar en marzo

La segunda acusación grave contra el Partido Socialista, la de que no cuenta con un equipo de gobierno suficiente, se intentó contrarrestar esta semana con el anuncio del llamado Comité de Notables, entre los que figuran varias personas que serían seguros ministros en caso de ganar las elecciones. "¿Puede alguien negar que Miguel Ángel Moratinos le ganaría un debate a Ana Palacio o que Pedro Solbes puede perfectamente disputar la plaza a un Rodrigo Rato?", comenta un miembro de la ejecutiva federal.

El comité, sin embargo, despertó resquemor en algunos sectores del PSOE, que comprenden la conveniencia de "personalizar" posibles equipos más allá de miembros de la actual ejecutiva, como Jesús Caldera o José Blanco, pero que no están de acuerdo con la exclusiva presencia de José Bono y Juan Carlos Rodríguez Ibarra como presidentes de comunidades autónomas. "¿Qué pasa con otros presidentes socialistas, como Marcelino Iglesias?", se preguntó un ex dirigente nacional.

Cerrado el programa electoral en la Conferencia Política del próximo 17, ya sólo quedará perfilar algunas listas en las que existen discrepancias. Una buena noticia para el PSOE ha sido, según uno de sus dirigentes, que la lista de Barcelona vaya encabezada por José Montilla, un cordobés catalanizado, con grandes dotes de negociación. Montilla acudirá a Madrid como el dirigente del PSC con "mayor autoridad política y moral" para explicar la posición de los socialistas catalanes.

En Madrid, la designación de la número dos de la lista socialista (una mujer en cualquier caso) ha sido muy debatida. Entre los nombres que circularon en listas internas figuró, en lugar prominente, el de la periodista Rosa María Mateo, que finalmente optó por seguir su carrera profesional.

La actual ejecutiva del PSOE cree que tiene al alcance de la mano arrebatar la mayoría a Rajoy. "En 2000, el PP consiguió la mayoría absoluta porque un millón de votantes socialistas se quedó en casa. El próximo mes de marzo eso no volverá a pasar, porque ahora ese millón sabe que le estaría dando la mayoría absoluta al PP", asegura un miembro de la dirección socialista. En cuanto al PP, sus dirigentes dicen sentirse "cómodos" con una campaña electoral basada en el modelo territorial del Estado. Su calendario indica que el pistoletazo de salida se dará el día 20 con una nueva intervención de Mariano Rajoy ante la Junta Directiva Nacional. Hasta mediados de febrero se irán presentando los diferentes capítulos del programa popular. El mensaje estará basado en la oferta de "estabilidad". Un miembro de la ejecutiva admite que la primera carta de presentación, la negativa a cualquier reforma estatutaria, está dejando paso a una cierta ambigüedad. "No podemos ir a una campaña diciendo que no hablaremos con nadie. Todo dependerá de los resultados y de si necesitamos negociar con CiU". La dificultad estriba en mantener que la posición del PSOE rompe el "esqueleto del Estado", como dijo Aznar, y al mismo tiempo dejar abiertas las puertas necesarias para admitir la reforma de algunos estatutos, como quiere Rajoy. "Pero si tenemos mayoría absoluta, se reforzará la línea dura del partido. Los electores habrán dicho que no quieren que se modifique nada".