Gentuza
"Si alguna vez pensó hacer negocios en Irak... ¡Ahora es su ocasión!". El anuncio, publicado en la edición para Oriente Medio y Norte de África del diario libanés The Daily Star, daba cuenta de la feria que se celebrará este mismo mes en Kuwait, Rebuild Iraq 2004. Al especificar el año se sobreentendía que el asunto va a seguir proporcionando oportunidades para ferias de forrarse durante bastantes más años.
Me entusiasmé al leerlo. Confluían varias razones. El estimulante mes de enero; el regreso a casa, después de las vacaciones; encontrarme con lo de siempre... Además, me colocaba bastante el hecho de hallarme a muchos miles de pies de altura. Como un líder mundial, pero en Airbus.
Pensé en qué podría promocionar yo allá en el libre, tolerante y feminista recinto kuwaití de ferias y congresos, para contribuir a la reconstrucción de la paz y la democracia en nuestro amado rinconcito colonial mesopotámico. No puedes ir a vender chupa-chups ni fregonas, me dije, ya está hecho. ¡Quizá podría hacerme representante de Gaultier! Qué ilu, recorrer Irak mostrando su publicidad de agua de colonia, para que los iraquíes aprendan cómo tratamos en Occidente a las mujeres.
Más tarde, cuando me despedí de un amable musulmán que mantuvo agarrada mi manita durante todo el vuelo, para ayudarme a vencer mi pánico (horas antes de subir al aparato me encontré en la tele con la catástrofe de Air Flash), ya en tierra y de nuevo dueña de mis casillas, comprendí que el negocio era y es otro.
¡Brasil!
Voy a montar una compañía de aviación privada para organizar vuelos charters exclusivos para iraquíes. ¿Y ello con qué objeto?, se preguntarán. Pues para llevarles hasta cualquier aeropuerto brasileño y mostrarles cómo fichan e interrogan a los viajeros norteamericanos.
- ¿Quiere usted asesinar al presidente? ¿Ha sido alguna vez miembro del Partido Republicano? ¿Tiene adicción a la pena de muerte? ¿Esconde en el calzado hamburguesas de destrucción masiva? ¿Es favorable al Muro de la Vergüenza que construye Israel?
Si sale bien, iré pensando en extender el negocio a este país, que también está lleno de gentuza. Todos los desaprensivos que insultan a España cada mañana son mis clientes potenciales.
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