Rouco-Montoro

La jerarquía de la Iglesia católica española y un ministro del Gobierno perteneciente a un partido democratacristiano se han puesto de acuerdo, o han leído el mismo libro de meditaciones. No me atrevo, con la ligereza de que hacen gala, a valorar las cifras que supondría reconocer la igualdad de las parejas de hecho. Sólo me atrevería a asegurar que es una exageración. Lo que sí está claro es que, si no tienen derecho a recibir las mismas prestaciones que los demás, que no paguen los mismos impuestos. ¿Para eso sí son iguales? Aunque yo creo que su pensamiento está más determinado por razones de homofobia que por razones presupuestarias.

Tranquilos; no soy judeo-masónico; soy creyente, cristiano, católico y practicante. Y me avergüenza que en el seno de mi religión haya personas con tan poco sentido de solidaridad, tan poco respetuosos a los derechos humanos y tan poco sensibles a los problemas de los demás. Podrían haber manifestado su preocupación por los millones de personas que viven en la pobreza, por los jóvenes que no pueden adquirir una vivienda, por las familias que no pueden llegar a final de mes.

Señor Montoro: es mucho más importante trabajar por las primeras necesidades de los ciudadanos, y sus derechos más elementales, que lograr el déficit cero, que también es importante.