Arenas asegura que el PP sólo acepta cambios secundarios en la Constitución

El secretario general del PP, Javier Arenas, considera "frívolo" e "inoportuno" plantear cambios en la Constitución cuando están sobre la mesa "planteamientos independentistas", si bien precisa que su partido aceptaría en un futuro "reformas secundarias". El coordinador de campaña del PP, Gabriel Elorriaga, asegura que la propuesta del PSOE de cuatro reformas de la Constitución, aunque "formalmente" se ciñe a la modificación de algunos aspectos, como el funcionamiento del Senado, "sustancialmente" va "mucho más allá".

Arenas contestó ayer, durante su visita a las obras de restauración de la Iglesia de El Salvador en Sevilla, a la propuesta que el PSOE incluirá en su programa electoral para convertir el Senado en Cámara territorial, garantizar la igualdad de derechos del hombre y la en la sucesión a la Corona y reformar estatutos de autonomía.

El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de la Presidencia afirmó que el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, comete el "error político" de plantearse "como una prioridad" la reforma de la Constitución, "cuando algunos no quieren su reforma sino acabar con ella". Arenas añadió que suele observar "con respeto" las declaraciones de Rodríguez Zapatero si bien en este caso no cree que sea momento de abordar esos cambios, "cuando hay planteamientos independentistas" desde el Ejecutivo vasco o desde el Gobierno catalán.

También el coordinador de campaña del PP y secretario de Estado de Administraciones Públicas, Gabriel Elorriaga, se refirió a esa propuesta socialista para ver en ella una pretensión de llevar a cabo una amplia reforma del texto constitucional.

Como ejemplo de ello, Elorriaga menciona el acuerdo de Gobierno en Cataluña, desde una "utilización intensiva" de la vía extraordinaria de la delegación de competencias exclusivas del Estado hasta la sustitución de la Administración central por la Generalitat en Cataluña.

"Eso es vaciamiento constitucional, aunque se pretenda hacerlo a través de instrumentos indirectos", sostiene. En esta línea, insiste en que el documento que firmó hace año y medio el PSC en Cataluña para la reforma del Estatuto apelaba incluso a la vía de los "derechos históricos" y a la reforma de la Constitución en los aspectos necesarios para llevar a cabo el proyecto. Para Elorriaga, si se pretende que el Tribunal Superior de Justicia sea la última autoridad judicial en las autonomías, que el mando de las Fuerzas de Seguridad en Cataluña dependa de la Generalitat, así como las políticas de inmigración, que son competencia del Estado, y si se pretende reducir la solidaridad interterritorial, que es un mandato constitucional, se plantea entonces una "reforma sustancial del marco constitucional".

Además, cree que no cabe hacer un análisis "por separado" de los compromisos del PSOE en Cataluña y en España porque, a su juicio, Zapatero llevará adelante el contenido del pacto de Gobierno firmado en Cataluña por el PSC, ERC e ICV. "Mientras Zapatero no desmienta el compromiso político que ha seguido su partido en Cataluña, doy por entendido que, ponga lo que ponga en su programa electoral, su compromiso de gobierno implica llevar adelante lo que ha firmado su partido en la comunidad autónoma, salvo que el programa electoral diga lo contrario", afirma. En su opinión, "lo que no vale es utilizar las medias verdades, porque eso incita a la confusión".

"No podemos aceptar un debate que sea limitado al texto que ha preparado el PSOE sobre lo que quieren o no. El pacto firmado en Cataluña tiene unos contenidos que, salvo que se diga lo contrario, están asumidos por la dirección del PSOE", advierte Elorriaga.

Para el responsable de la campaña electoral del PP, el PSOE se encuentra sumido en un debate interno en torno a la Administración tributaria, precisamente por sus compromisos en Cataluña. "Y la Administración tributaria es mejor unida que separada, ya que sirve básicamente para recaudar, reduciendo el coste de contribución a los ciudadanos, y para combatir el fraude. Y para todas esas funciones es mucho más eficaz una sola, que 17 administraciones".

En este contexto, apela al ejemplo que puso el presidente castellano-manchego, el socialista José Bono, que, a su modo de ver, lo explicó de una forma muy transparente con "una frase lapidaria": "Cuando alguien quiere comer aparte, quiere comer más".