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Batasuna cambia de estrategia y hace fracasar los Presupuestos de Ibarretxe

La formación de Otegi vota contra el proyecto al impedir Atutxa una votación por consejerías

Pedro Gorospe

El Parlamento vasco rechazó ayer los Presupuestos para 2004 del Gobierno que preside el peneuvista Juan José Ibarretxe, al votar el PP, Sozialista Abertzaleak (SA, el grupo de la antigua Batasuna) y el PSE en contra del proyecto, que fue derrotado por 37 votos contra 36. La oferta de SA de abstenerse en la votación de los departamentos que gestiona EA (Educación, Justicia y Medio Ambiente), lo que hubiera dado paso a unos Presupuestos incompletos, fue rechazada por el Gobierno tripartito (PNV, EA e IU). El presidente de la Cámara, Juan María Atutxa, impidió que el proyecto se votara por secciones, pese a que sí lo había autorizado en años anteriores. El grupo de Arnaldo Otegi optó entonces por rechazar las cuentas.

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La vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, anunció nada más acabar la sesión que el Gobierno autónomo prorrogará las cuentas de 2003 y lanzó un mensaje de tranquilidad, asegurando que ese hecho no va a suponer ninguna merma en la calidad de los servicios que presta la Administración, ni en inversiones ni en los compromisos adquiridos para el año 2004. De hecho, la diferencia de gasto de los actuales Presupuestos actualizados a 31 de diciembre y el proyecto de 2004 apenas es de 296,6 millones de euros, en torno a un 4,5%.

Esa era una de las razones por las que el lehendakari Ibarretxe no parecía demasiado afectado tras el desenlace, pese a quedar nuevamente de manifiesto la situación de minoría parlamentaria en que se encuentra su Gobierno. El único grupo que protestó amargamente por el resultado fue SA, al comprobar su aislamiento político y ver que su estrategia para repetir el caos en las cuentas que propició hace dos años había sido frenada en seco por una decisión del presidente Atutxa que SA calificó de antirreglamentaria.

El artículo 124-bis 3 del Reglamento indica que el "debate en Pleno del dictamen y de las enmiendas reservadas y votos particulares se realizará por secciones y programas". Este procedimiento, que se aplicó en el debate de las cuentas de 2002 a petición del PNV -se votó sección por sección y sólo se aprobó el 67% del gasto-, Atutxa no lo permitió ayer. Aquel año interesaba la abstención de Batasuna para aprobar algunos departamentos y salir del paso, ya que el Gobierno se presentaba con los Presupuestos de 2001 prorrogados de los de 2000, que a su vez fueron pactados con Batasuna. Este año, sin embargo, no interesaba. Al decidir Atutxa que se votara el dictamen en bloque, SA sumó sus votos a los del PP y PSE y tumbó el proyecto.

"Mucho mejor así", apuntó un portavoz de Ajuria Enea nada más acabar la sesión. La aprobación de unos Presupuestos incompletos suponía el riesgo de que fueran declarados inconstitucionales, como sucedió con los de 2002. Por otro lado, haber aceptado negociar con el grupo de Otegi las modestas partidas que éste planteaba para dar su apoyo a unas cuentas erosionadas hubiera supuesto quebrar el compromiso de Ibarretxe de no llegar a acuerdos con los herederos de Batasuna mientras no condenen la violencia terrorista.

Aunque miembros del grupo parlamentario del PNV, como Joseba Egibar, eran partidarios de aceptar enmiendas, al entender que en ese caso no mediaba pacto alguno, el lehendakari no estaba dispuesto a dar esa imagen, a pesar de que Batasuna había expresado abiertamente su disposición a apoyar los Presupuestos al menor gesto de los nacionalistas.

De hecho, Batasuna abrió puertas para hacerlo durante todo el trámite parlamentario, pero no hasta el punto de dar sus votos gratis. Primero retiró su enmienda a la totalidad y después durante el debate de las parciales permitió con su abstención que el Gobierno tripartito aprobara cuatro partidas, dos de ellas con una especial significación al tratarse de dinero para repartir entre los grupos políticos, incluido Batasuna, y para la Udalbiltza (asamblea de cargos electos de Euskal Herria) del PNV y EA.

A pesar de todo, el PNV no hizo ni un solo guiño en el debate de ayer, y el consejero de Justicia y dirigente de Eusko Alkartasuna, Joseba Azkarraga, rechazó la oferta del grupo de Otegi para sacar adelante los presupuestos de los departamentos de su partido (Educación, Medio Ambiente, y Justicia y Empleo) al entender que la intención de los integrantes de SA era "dividir al Gobierno vasco".

Sin embargo, los portavoces del PP y del PSE se resistieron a sacar conclusiones precipitadas de la "aparente" separación entre el Gobierno tripartito y los representantes de la izquierda abertzale. Para el portavoz popular Antonio Damborenea, la "hoja de ruta de los nacionalistas está marcada para buscar el apoyo mayoritario al plan Ibarretxe". El socialista Rodolfo Ares interpretó lo sucedido como una escenificación del PNV, pero en cualquier caso mostró su esperanza de que lo "coyuntural" se convierta en "estructural".

Lo cierto es que las consecuencias de la derrota del Gobierno vasco se ven atenuadas por el hecho de haber conseguido aprobar en su día los Presupuestos de 2003 gracias a la ausencia en aquella votación del ex ministro Jaime Mayor. En caso contrario, Ibarretxe habría llegado a la recta final de la legislatura con sucesivas prórrogas de los Presupuestos de 2000, aprobados cuando estaba en vigor el pacto de legislatura con Batasuna.

Ayer, SA propició también el rechazo del proyecto de Ley del Sistema Universitario Vasco, tras negarse a aceptar dos de los socios del Gobierno, PNV y Ezker Batua-IU las enmiendas que había acordado Eusko Alkartasuna, titular de la cartera de Educación, con el grupo heredero de Batasuna.

Idoia Zenarruzabeitia, vicepresidenta del Gobierno vasco, y el <i>lehendakari,</i> Juan José Ibarretxe, ayer, tras ser derrotados los Presupuestos.
Idoia Zenarruzabeitia, vicepresidenta del Gobierno vasco, y el lehendakari, Juan José Ibarretxe, ayer, tras ser derrotados los Presupuestos.PRADIP J. PHANSE

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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