La Fiesta Mayor de Verdiales y la 'Danza de los locos' protagonizan el 28 de diciembre andaluz
Varias localidades incluyen el día de los Santos Inocentes en las celebraciones de Navidad
El 28 de diciembre es una cita importante de la celebración de la Navidad en Andalucía. Miles de personas se dieron cita ayer en la 42ª Fiesta Mayor de Verdiales, que se celebró en el núcleo de población del Puerto de la Torre, en Málaga, y en la que participaron 26 pandas representativas de los tres estilos. En la entidad local de Fuente Carreteros, que depende de Fuente Palmera (Córdoba), se recordó ayer la matanza de recién nacidos ordenada por Herodes en Belén con la denominada Danza de los locos, una tradición del siglo XVIII y declarada Fiesta de Interés Turístico.
En el día de los Santos Inocentes se celebra en Málaga la Fiesta Mayor de Verdiales, celebración a la que concurren numerosas pandas para interpretar verdiales al estilo montes, comares o almogía, siguiendo la tradición que nació para hacer colectas en favor de los inocentes que se encuentran presos.
El origen del cante y baile de los verdiales es desconocido, aunque se cree que puede ser una danza fenicia adaptada luego a ritmos de ritos cristianos. Para su interpretación se utilizan castañuelas adornadas con largas cintas de colores, guitarras, violines de dos cuerdas y pequeños platillos de metal.
El 28 de diciembre también es un día grande en Fuente Carreteros, donde se rememora la matanza de recién nacidos ordenada por Herodes en Belén con la Danza de los locos.
En este espectáculo participaron 16 jóvenes (siete danzantes y el resto, escopeteros o músicos) que tocaron instrumentos tan variados como la guitarra, la carrasquiña, los platillos o la pandereta.
Los danzantes, vestidos con faldas blancas bordadas, fajín azul, bandas rojas cruzadas sobre el pecho y un pañuelo estampado a la cabeza, hacen sonar, al igual que en los verdiales, unas castañuelas de las que penden unas largas cintas de colores.
La Danza de los locos, reconocida en septiembre de 2000 como Fiesta de Interés Turístico de Andalucía, es una tradición que se remonta al siglo XVIII.
Los bailarines -todos hombres- van vestidos de mujer, para interpretar el papel de madres, mientras que el danzante más joven hace de Loquilla, que es el personaje que simboliza la figura de Jesucristo.
Tras realizar tres bailes en la plaza, los músicos, los escopeteros y los danzantes, que partieron de la Plaza Real, recorrieron las calles del pueblo hasta llegar a la casa del Loco más antiguo.
Antes tuvo lugar, en la misma plaza central de la localidad, el también tradicional Baile del oso, que consiste en la exhibición de una persona disfrazada de este animal y su domador. Según las mismas fuentes, el oso viene a llevarse los malos augurios y las maldiciones para que haya buena suerte en las cosechas y en el pueblo.
El disfraz de oso cuenta con trozos de piel de cordero, mientras que el domador viste una pelliza, un garrote y una cuerda que utiliza para sujetar al animal.
Los orígenes de ambas danzas se remontan a 1767, cuando los pueblos tiroleses y germanos llegaron a la colonia de Fuente Palmera, durante la colonización promovida por Carlos III en esta zona de la provincia.
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