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Reportaje:IÑAKI GABILONDO | PROTAGONISTA DE RADIO / DIRECTOR DE 'HOY POR HOY' | LOS PROTAGONISTAS DEL AÑO | RADIO Y TELEVISIÓN

Comunicación y credibilidad

Rosario G. Gómez

Desde 1996, los sondeos de opinión realizados por el Instituto Gallup señalan a Iñaki Gabilondo como el periodista español con mayor credibilidad. Este año, además del reconocimiento ciudadano, sus colegas le han otorgado el Premio Francisco Cerecedo de Periodismo por su valentía, sentido del compromiso y resistencia frente a la tentación del pensamiento único. El director y presentador del programa de la cadena SER Hoy por hoy suma así a su extensa galería de premios uno de los más prestigiosos de la profesión. En la entrega del galardón, el príncipe de Asturias aseguró que Gabilondo es uno de nuestros mejores comunicadores y "una referencia ineludible" del debate público. Destacó además su pasión crítica y a la vez cordial y su empeño en buscar la opinión a través del contraste.

"Más que nunca es necesario ser escrupuloso, porque el periodismo está en estos momentos amenazado por la propaganda"

Iñaki Gabilondo (San Sebastián, 1942) es también uno de los profesionales que más han contribuido a situar a la radio en lo que denomina "Primera División informativa". El medio, al que llegó en los años sesenta, ha dejado de ser la hermana pobre del universo mediático y su influencia, con más de 20 millones de oyentes diarios, ha calado en la sociedad. Con Hoy por hoy ha adquirido la categoría de galáctico, con 2.892.000 oyentes diarios en la primavera pasada, la cifra más alta alcanzada por un programa, según los datos del Estudio General de Medios.

Pero esta carrera no forma parte de sus obsesiones. "No vamos a hacer nada en lo que no creamos por ganar audiencia", advertía al comenzar la temporada. El periodista asegura que nunca como en los tiempos que corren ha tenido que esforzarse tanto para digerir la información y transmitirla a los oyentes. Por ejemplo, para contar en 40 segundos el complejo entramado de las minorías de bloqueo de la cumbre de Niza. "Ahora hay que trabajar más porque el oficio se ha puesto técnicamente muy difícil. Más que nunca es necesario ser escrupuloso, porque el periodismo está en estos momentos amenazado por la propaganda. Es TNT y hay que manejarlo con mucho cuidado".

Y la simplificación de los mensajes, que afecta muy especialmente al medio radiofónico, acarrea riesgos. "Vivimos de una forma muy acelerada y el lenguaje que se utiliza no permite incorporar los matices. La gente quiere todo muy sencillo y el lenguaje de la comunicación es microscópico, con mucha punta y mucho titular, propio de la publicidad". Y así se produce el juego de las etiquetas: "Se empeñan en decir que la guerra de Irak se ha hecho con el apoyo de Naciones Unidas. Lo dirán 47 veces, como el anuncio del Cola-cao, porque hay gente que ha descubierto que hay que machacar los mensajes". El antídoto, en su opinión, consiste en "ser más exigentes, extremar la solvencia y el rigor y liberarse de la subordinación y las servidumbres de la propaganda".

En 1995, Gabilondo alertó contra el "gamberrismo radiofónico" y con el paso de los años da la impresión de que las cosas han ido a peor. "Hace diez años lo veía con una mirada más ingenua. Aquella expresión lleva implícita una cierta piedad y una cierta comprensión. Yo ya no tengo esa comprensión. Ahora no se trata de gamberrismo, es puro veneno, que inocula elementos verdaderamente corrosivos: odio, rechazo a los puntos de vista de los demás. Es un juego maniqueo de buenos y malos." Por eso cree que más peligroso que el periodismo basura es el periodismo veneno y el periodismo anestesia.

Y ¿cómo era el periodismo durante la transición? Para Gabilondo, hace 25 años tanto los periodistas como los políticos estaban aprendiendo a ser demócratas. "Todos procedíamos de la dictadura y trabajábamos con una especial ilusión dentro de unos parámetros de debate y encuentro. Si el actual espíritu de descalificación y de discrepancia hubiera estado en vigor en esos años todavía no se habría legalizado el PCE ni se hubiera aprobado la Constitución. Porque la Constitución no es sólo un articulado, es un pensamiento que ha sido traicionado".

Iñaki Gabilondo, durante una emisión de <b><i>Hoy por hoy</b></i>.
Iñaki Gabilondo, durante una emisión de Hoy por hoy.EFE

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