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NADANDO CON LOS LOBOS MARINOS

Resurgimiento quiteño

Un ambicioso plan cambia la cara de la capital

Andrés Fernández Rubio

Quito, la asombrosa y bastante desconocida ciudad de un millón de habitantes que fue la primera de las 36 de América en ser declarada patrimonio de la humanidad, ha cumplido 25 años desde que en 1978 le fue concedido ese título. Y para celebrarlo, los espectáculos, las ex

posiciones y los actos culturales se han ido sucediendo desde septiembre, sobre todo dentro de los límites del casco histórico, uno de los más compactos y mejor preservados de la arquitectura colonial con raíz española. Son 320 cuadras en plena transformación habitadas por unas 100.000 personas, y en cuyo perímetro se alzan dos de las iglesias más bellas del mundo, la de los jesuitas y la de San Francisco.

El alcalde de la ciudad, Paco Moncayo Gallegos, pone varios ejemplos de lo que, en su apuesta por el turismo, ha significado la recuperación del casco histórico, actuaciones que dejan entrever el complejo panorama social de fondo. Hace dos años, sólo en la avenida del Veinticuatro de Mayo permanecían abiertos 14 prostíbulos y numerosas tiendas que vendían material robado. "Los burdeles desaparecieron de ahí: ahora están en otro sitio", explica en su despacho del Ayuntamiento. Al mismo tiempo se incidió en la persecución del comercio ilegal y fueron expulsadas de las calles las cerca de 10.000 personas que vivían de la venta ambulante, traumática medida que en otras ciudades suramericanas provocó violentas revueltas y que en Quito se desarrolló sin incidentes.

Ahora las casas antiguas se recuperan para viviendas; donde había un solo restaurante hay una docena, y las calles del centro pueden recorrerse a placer con ojos nuevos
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El alcalde insiste en que las medidas de regeneración del espacio público no se hacen de espaldas a la gente -"no se trata de perseguir a quien quiere sobrevivir, sino de permitir que siga trabajando dignamente", dice-. Los comerciantes desalojados se reparten desde hace unos meses en una decena de centros comerciales habilitados al efecto. Y están en marcha varios planes municipales que intentan atraer al centro histórico a profesionales, familias y jóvenes que lo habían abandonado debido a su degradación. Paralelamente se pretende mantener en sus viviendas a las familias que las ocupaban, reformando los interiores y facilitándoles la compra a través de planes de préstamo muy favorables, como el denominado Pon a punto tu casa, en el que ha participado la Junta de Andalucía.

La mayor parte del sector histórico no era residencial, y en él abundaban las oficinas, almacenes y bodegas. Pero ahora las casas antiguas se recuperan para viviendas o actividades comerciales; donde había un solo restaurante hay en la actualidad una docena, y las calles del centro de Quito pueden recorrerse a placer con ojos nuevos, limpias de aquellos abigarrados quioscos con toldos de plástico que hurtaban las perspectivas de los soberbios edificios.

Mayor seguridad

"Los turistas venían por horas y se iban rápidamente. No había un ambiente de paz y tranquilidad", explica Moncayo Gallegos, y añade que hoy la policía está mejor equipada y el casco histórico va perdiendo su fama de inseguro. El alcalde precisa que Quito está, junto a Montevideo y Santiago, entre las capitales con menor tasa de criminalidad de América, y que, en todo caso, los incidentes son "delitos de la pobreza": pequeños robos en las calles, en las casas, de vehículos.

Situada a 2.818 metros, en la avenida de los Volcanes -como la bautizó el naturalista alemán Alexander von Humboldt-, capital de conventos inmovilizada por el peso de la religión durante siglos, Quito redescubre así su ritmo sosegado y meditabundo. Las críticas abundan porque "la tarea es enorme", pero Moncayo Gallegos considera que se está yendo "en el camino correcto". Una vía en la que también cabe la aportación española: el plan turístico de la ciudad está en manos de la consultora que participó en los Juegos Olímpicos barceloneses, y la Junta de Andalucía colabora en diversos y ejemplares proyectos de capacitación de profesionales y desarrollo de viviendas sociales, más la participación del urbanista José Luis Cañabate como asesor de la reforma del centro histórico y la elaboración de una guía de arquitectura de Quito que también permite descubrir muchos buenos ejemplos de arquitectura contemporánea en la ciudad.

CÓMO IR

Vuelos

- Iberia (902 400 500) vuela a diario directamente a Quito desde Madrid. A partir del 20 de enero, y para estancias máximas de un mes, desde 559 euros, ida y vuelta, tasas incluidas.

- Lan Ecuador (a través de Lan Chile, 915 59 72 95) vuela desde Madrid a Quito, vía Guayaquil, los martes, jueves y sábados, por el mismo precio.

- Tame (www.tame.com.ec). Vuelos de ida y vuelta entre Quito o Guayaquil y el aeropuerto de Baltra, desde 212 euros.

Cruceros por las Galápagos

Aunque se pueden contratrar los cruceros en Puerto Ayora, lo más recomendable es hacer antes la reserva en una agencia de Quito o Guayaquil o en el país de origen (algo más caro), ya que puede llevar algún tiempo dar con un barco disponible. El precio de un circuito económico de una semana está entre los 500 y los 700 euros por persona, sin incluir los vuelos desde el continente ni las tasas de entrada a las islas: 100 dólares (unos 80 euros, al cambio actual). Los programas más caros superan fácilmente los 2.000 euros.

- Klein Tours (226 70 00; www.galapagosecuador.com). Eloy Alfaro, N34-151. Quito. Cruceros por las Galápagos a partir de 1.000 euros por persona.

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