Cinco meses de cárcel a un guardia civil que besó a una agente con abuso de autoridad
La Sala de lo Militar del Tribunal Supremo ha confirmado la pena de cinco meses de cárcel impuesta a un guardia civil por delito de abuso de autoridad, consistente en besar en la boca, sin su consentimiento, a la agente que con él realizaba un servicio de guardia. El condenado deberá indemnizar a la víctima con 1.170 euros por los daños morales y físicos ocasionados.
El guardia civil condenado, que actuaba como jefe de pareja en la vigilancia de la empresa Enusa, en Salamanca, cambió el turno para coincidir con la víctima durante la madrugada del 13 de julio de 1999. Iniciado el servicio, el jefe conversó con su compañera y, en un momento dado, se situó detrás de ella, la inmovilizó por la espalda y le besó en la boca. La agente consiguió zafarse, pero en el forcejeo se golpeó con el respaldo de una silla y se produjo un hematoma. La víctima intentó utilizar el teléfono y salir del puesto de vigilancia, pero el agresor lo impidió.
El Supremo da credibilidad al relato de la agente frente a una supuesta animadversión hacia el acusado, ya que los testigos confirmaron la "obsesión por el tema sexual" del acusado cuando se relacionaba con sus compañeras.
