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Tres ocupantes de un turismo mueren al chocar de frente con un autobús

Un cuarto pasajero del vehículo se encuentra muy grave en el hospital

Tres hombres, de 32, 37 y 40 años, murieron ayer por la mañana al chocar su vehículo contra un autobús de la línea 19 de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), en el que viajaba sólo el chófer. El siniestro ocurrió a la altura del puente de la calle de Embajadores sobre la M-30. El cuarto ocupante del turismo resultó herido muy grave y ayer estaba "extremadamente crítico", según una portavoz del Doce de Octubre. Fuentes policiales sospechan que las víctimas eran toxicómanos que iban en una cunda (vehículo de toxicómanos) al hipermercado de droga de Las Barranquillas.

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El accidente ocurrió sobre las 8.15 en el puente de la calle de Embajadores sobre la M-30, cuando un Renault 21 GTD gris claro con matrícula de Toledo invadió el sentido contrario en esta vía de dos carriles y chocó frontalmente contra el autobús de la EMT. Éste acababa de salir de las cocheras situadas en esa misma calle y se dirigía a la cabecera de la línea 19 (plaza de Legazpi-plaza de Cataluña), por lo que se encontraba sin pasajeros.

La fuerza del choque hizo que el turismo se convirtiera en un amasijo de hierros, en el que el motor quedó reducido a la mínima expresión. Gran cantidad de aceite y agua quedó esparcida por el suelo, mientras el habitáculo resultó totalmente deformado, lo que causó las heridas mortales a sus ocupantes. El volante casi pegaba con el asiento del conductor y el salpicadero había saltado por los aires. Mientras, el autobús sufrió un golpe frontal leve que no afectó al motor, que va en la parte trasera del vehículo. El conductor de la EMT resultó ileso.

Los ocupantes quedaron atrapados dentro del vehículo. Tres de ellos murieron en el acto, aprisionados por los hierros. Se trataba del dueño del vehículo, Juan Carlos Solís Lázaro, de 37 años, y de los ocupantes, el marroquí Chafik Johry, de 32, y de Gonzalo Helguero Mauri, de 40 años. Al lugar acudió una dotación de los bomberos del Ayuntamiento de Madrid que tuvo que rescatar a las víctimas del interior del vehículo, según informó una portavoz de Emergencias Madrid. Logró sacar con vida al cuarto ocupante, Raúl Sinoval Vélez, de 37 años, que tenía golpes y fracturas por todo el cuerpo. Además, los médicos del Samur-Protección Civil que le trasladaron al hospital Doce de Octubre le diagnosticaron "piernas catastróficas": sufría tantas lesiones que era difícil que pudiera recuperarlas. Ayer por la tarde se encontraba ingresado en la unidad de cuidados intensivos de politraumatizados del hospital Doce de Octubre. Según una portavoz del centro hospitalario, el herido se encontraba con pronóstico "extremadamente crítico", ya que también sufría fuertes golpes en la cabeza y en el tórax.

La Policía Municipal se encargó de investigar las causas exactas del accidente. Las primeras pesquisas apuntan a que el choque se produjo supuestamente por el exceso de velocidad a la que circulaba el turismo, pese a estar en una zona urbana donde el límite está fijado en 50 kilómetros por hora. Además, algunos testigos que prestaron declaración ante los agentes encargados de la investigación señalaron que el vehículo circulaba por el carril del sentido contrario, el izquierdo, desde que inició la subida por el puente, junto al desvío hacia la M-30. Esa zona, al ser un cambio de rasante pronunciado, carece de visibilidad.

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A la hora a la que se produjo el accidente estaba amaneciendo, por lo que la Policía Municipal no descarta incluso que el sol cegara al conductor y que, unido al supuesto exceso de velocidad, no se percatara de la presencia del autobús. Esta hipótesis viene reforzada porque en el asfalto no se veía ninguna señal de frenada del Renault 21, mientras que el conductor de la EMT, que circulaba lento, quemó los frenos en su intento de evitar el mortal accidente. Los agentes también constataron que los neumáticos del vehículo ocupado por las víctimas estaban muy desgastados.

La policía creyó en un primer momento que se trataba de una cunda (un vehículo que funciona como un taxi para transportar toxicómanos a los poblados de venta de droga). Cada uno de los pasajeros abona entre dos y cinco euros o una dosis de droga.

El cadáver del conductor del turismo siniestrado, en la calle de Embajadores sobre la M-30, lugar del accidente.
El cadáver del conductor del turismo siniestrado, en la calle de Embajadores sobre la M-30, lugar del accidente.CLAUDIO ÁLVREZ

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