"El rock sigue siendo violento"

Jorge Martínez, cáustico guitarrista, cantante y compositor asturiano que se sitúa al frente del grupo Ilegales desde hace más de 20 años, presume de haberse servido de "una gran arma llamada decisión" para sobrevivir a movidas, indies, gaiteros y triunfitos. La promoción de Si la muerte me mira de frente me pongo de lao, primera referencia de La Casa del Misterio, su propia discográfica, le ha acercado a Bilbao.

Pregunta. En su nuevo disco no se ha planteado innovar.

Respuesta. En absoluto, esto es rock and roll. Sólo cuatro temas, de 14, no lo son. Aunque sé que en las radiofórmulas el rock and roll está prohibido, directamente. No por ley, pero al ser emisoras de propiedad particular ponen lo que quieren, claro, y el rock está prohibido. La gente de las radiofórmulas cuando ve un rockero le tiene terror.

P. Canta que "el rock es violencia". ¿No ha perdido ya su halo marginal?

R. Aunque el rockero actual es más intelectual que en los años ochenta, el rock sigue siendo violento. Conlleva una carga violenta, como una gran parte del cine y algunos deportes de masas. Esa carga no es algo negativo, sirve como vacuna o vía de escape frente a una naturaleza agresiva, como es la naturaleza humana.

P. La frase "Nos vemos en el psiquiátrico" preside su página web

. ¿Hay que estar un poco loco para dedicarse a la música?

R. Hay que estar loco para vivir. Los que no están locos, ni lo han estado nunca, simplemente es que han nacido muertos.

P. Pero no todo es cachondeo en Ilegales.

R. Por supuesto, no somos un grupo graciosillo al uso. La nuestra es simplemente una postura desacralizadora. Nada es sagrado, todo se puede cambiar.

P. ¿Tiene conciencia de agitador social?

R. Sí, he pretendido serlo.

P. ¿Cómo recuerda su paso por los debates televisivos?

R. Muy bien, me divertí. Pero se gana mucha más pasta con el rock and roll.