España espera vender 340 millones en material militar

"España tiene muchas posibilidades de equipar al futuro Ejército iraquí", manifestó ayer el secretario de Estado de Defensa y comisionado del Gobierno para Irak, Fernando Díez Moreno. Una treintena de empresas se han aliado para presentar una oferta conjunta al concurso convocado por Estados Unidos para dotar a las nuevas Fuerzas Armadas de Irak, por unos 340 millones de euros.

El contrato incluye todo tipo de pertrechos, desde uniformes hasta equipos de comunicaciones o vehículos. "Por lo que sabemos, las empresas españolas son las únicas hasta ahora que han presentado una oferta conjunta para todo, como requería el concurso", explicó Díez Moreno.

Para lograrlo, han llegado a un acuerdo con Rumania, ya que el arma de defensa personal elegida para los soldados iraquíes es el fusil Kalashnikov, que sólo fabrican países del antiguo Pacto de Varsovia. "Si la oferta española es elegida, se trabajará con Rumania, pero también probablemente con compañías estadounidenses e iraquíes", pronostica el comisionado del Gobierno. Está previsto que en fechas próximas se presente la oferta en Bagdad. El concurso, del que se ha excluido el armamento pesado, debe fallarse en enero.

La disolución de las Fuerzas Armadas iraquíes al final de la guerra fue uno de los mayores errores de la Administración Provisional anglo-estadounidense, según se reconoce ya abiertamente. Por eso quiere acelerarse la creación del nuevo Ejército. Ya se ha puesto en marcha un primer batallón con 700 soldados, aunque seriamente mermado con la deserción de casi la mitad de los integrantes. El equipamiento se compró a Jordania, con resultados no del todo satisfactorios, por lo que se ha convocado un concurso para dotar al resto de los 40.000 miembros previstos.

La dotación del Ejército no es el único proyecto. España aspira a construir en Diwaniya una planta de viviendas prefabricadas, para lo que se juzga necesario un pedido de 5.000 unidades. El proyecto daría trabajo en la zona donde está desplegada la Brigada Plus Ultra y acabaría con la necesidad de importar desde Kuwait las viviendas.

"Las empresas españolas tienen muy buenas perspectivas a medio plazo en Irak", según Díez Moreno, quien ayer acompañó al presidente del Gobierno en su visita, junto al ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa; el jefe del Estado Mayor del Ejército, Luis Alejandre; el secretario general de Presidencia, Javier Zarzalejos, y el secretario de Estado de Comunicación, Alfredo Timermans.

Hasta ahora, las perspectivas de negocio en Irak no se han traducido en hechos. Los contratos financiados por EE UU han ido a empresas estadounidenses y el margen de subcontratación ha sido muy reducido. El año que viene, Washington dispone de un presupuesto de 18.500 millones de dólares para la reconstrucción e Irak y, como excepción, permitirá adjudicatarios extranjeros. El veto expreso de la Casa Blanca a los países que se opusieron a la invasión -Alemania, Francia y Rusia- deja mayor campo a España.

El contrato de equipamiento del Ejército será la piedra de toque. En el proyecto han trabajado la mayoría de los españoles de la Administración Provisional de la Coalición, desde el teniente general Luis Feliz, quien cesó el pasado 15 de enero como viceministro de Defensa, hasta el general de brigada Pedro Andreu, que diseña la futura academia del Ejército.