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El Parlamento aprueba la reforma fiscal en Alemania

Las dos cámaras legislativas alemanas, el Parlamento Federal (Bundestag), con mayoría del Gobierno de socialdemócratas (SPD) Los Verdes, y el Consejo Federal (Bundesrat), que representa a los Estados federados con mayoría de la oposición de democristianos (CDU/CSU) y liberales (FDP), aprobaron ayer en Berlín el paquete de reformas fiscal y laboral, las mayores que se recuerdan en la historia reciente de Alemania.

El plan de reformas había quedado pactado el pasado fin de semana por los jefes de los cinco partidos con grupo parlamentario en el Bundestag y confirmado en la Comisión de Mediación entre las dos cámaras en una especie de gran coalición. Ayer, en forma de leyes, el paquete de reformas recibió la aprobación definitiva.

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El idilio entre el Gobierno y la oposición sólo duró los minutos necesarios para la aprobación final de las leyes. En el Bundesrat, la mayoría opositora rechazó ayer el presupuesto para 2004, al que acusa de inconstitucional porque el endeudamiento rebasa las inversiones. Ahora, el presupuesto volverá al Bundestag, donde tendrá que ser ratificado ya el año que viene, pero con un retraso de varias semanas.

El canciller federal alemán, el socialdemócrata Gerhard Schröder (SPD), expresó su satisfacción por haber llevado adelante su plan de reformas conocido como Agenda 2010, que presentó ante el Bundestag el pasado 14 de marzo. Según Schröder, con la aprobación de las leyes de ayer se abren en Alemania las compuertas a las reformas pendientes. No obstante, Schröder dejó pelos en la gatera y salió con un ojo morado de la votación en el Bundestag.

Al votar la ley que obliga a los parados de más de un año a aceptar cualquier trabajo, incluso los pagados por debajo del convenio colectivo o la media del lugar, 12 diputados de la coalición SPD-Verdes dijeron no, más los dos del poscomunista Partido del Socialismo Democrático (PDS) y dos democristianos (CDU) de Sajonia.

La población recibe, entre escéptica y desconfiada, las reformas, según ponen de manifiesto flamantes sondeos demoscópicos. Sólo un 15% piensa que el año próximo tendrá más dinero en los bolsillos como consecuencia de la reforma fiscal que baja los tipos impositivos: el mínimo, del 19,9% al 16%, y el máximo, del 48,5% al 45%. Un 34% de encuestados por la empresa Dimap-Infratest cree que tendrá el mismo dinero y un 49% piensa que menos.

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