La economía alemana retrocedió en 2003 por primera vez en diez años

El Producto Interior Bruto (PIB) de Alemania retrocedió un 0,1% el pasado año, lo que supone el primer descenso anual registrado por la primera economía de la zona euro desde hace diez años, según los datos hechos públicos esta mañana por la Oficina Federal de Estadísticas (Destatis).

Este dato supone una mala noticia para el Gobierno del canciller alemán, Gerhard Schröder, que confiaba en que su economía registrara, en el peor de los casos, un crecimiento nulo. El pasado año, Alemania creció un 0,2%. Además, Destatis ha dado a conocer también el déficit público alemán, que alcanzó en 2003 un 4% y que, por segundo año consecutivo, supera los límites permitidos por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la zona euro.

El dato conocido hoy no supone ninguna sorpresa para el Ejecutivo alemán, que prevé que en 2004 el déficit público supere de nuevo el límite del 3%. En 2002, el déficit alcanzó el 3,5% del PIB. El aumento del déficit significa que la administración federal, las de los 16 estados federados y las de los municipios asumieron créditos por valor de 86.000 millones de euros, según los datos ofrecidos por Destatis, que son provisionales.

Los efectos de la guerra de Irak

En un comunicado difundido después de que Destatis difundiera las cifras oficiales, el Ministerio de Economía y Trabajo culpa a los efectos de "la inseguridad económica" que generó la guerra de Irak. "Se aplazaron las exportaciones e inversiones y se moderó el consumo. Las empresas y los consumidores sólo cambiaron su comportamiento paulatinamente. En la segunda mitad de 2003 se han acumulado las señales de un cambio coyuntural", añade el texto.

El ministro de Economía y Trabajo, Wolfgang Clement, ha explicado que "la necesidad de mejora que ha surgido entretanto y la bajada de la carga fiscal a empresas y consumidores dan esperanza para que se produzca un cambio en la actividad inversora y el consumo". Clement ha añadido que "los indicadores nacionales e internacionales actuales muestran cada vez más una consolidación de la evolución económica", y ha precisado que "el PIB alemán ha vuelto a crecer, despacio pero de forma segura, desde la mitad del último año".

La ligera reactivación en la segunda mitad del año se debió en buena parte al repunte de la economía mundial, especialmente de Estados Unidos y Asia. Pese a todo, la demanda interna tan sólo aumentó en un 0,1%, las inversiones fijas disminuyeron en un 3,3% y el consumo privado retrocedió en un 0,2%. Esta última debilidad se debió, según el análisis de Clement, no sólo a las inseguridades de la coyuntura económica mundial, sino a la difícil situación en el mercado laboral, el escaso aumento de los salarios reales y el aumento de las cotizaciones en Alemania.