El patrimonio inmobiliario del líder del PP sufre un notable aumento desde 1995

El patrimonio inmobiliario del presidente del PP en la provincia de Castellón ha experimentado un notable incremento desde que se puso al frente de la Diputación en 1995, según informó ayer la cadena SER.

Fabra, que en 1995 disponía de un piso en Castellón, un apartamento de veraneo en Benicàssim y algunos terrenos, ha engrosado su patrimonio inmobiliario en los últimos ocho años con una casa rural de tres plantas en el municipio de Culla (adquirida en 1998); una casa con una parcela de 1.000 metros cuadrados en la urbanización Les Platgetes de Oropesa, próxima a la que utilizaba José María Aznar en las vacaciones estivales (también comprada en 1998); y un piso de más de 200 metros cuadrados en la plaza de las Salesas de Madrid, próxima al Tribunal Supremo y considerada una de las zonas caras de la capital del Estado (comprado en 2002). Los datos facilitados por la SER también indican que Carlos Fabra aporta dinero para los chalés de lujo que sus dos hijas están comprando en Pozuelo de Alarcón, en una urbanización que pasa por ser de las más caras de toda la provincia. Esta urbanización está situada frente al denominado Zoco de Pozuelo.

La ex mujer del empresario reconoce que su empresa recibió asesoramiento de Fabra

La cadena SER informó ayer de que ha podido contactar con otros empresarios que aseguran que entregaron a Carlos Fabra diversas cantidades de dinero que se emplearon en la construcción de la casa que el dirigente popular compró y reformó en Oropesa en la misma urbanización donde se alojaba el presidente del Gobierno. Una proximidad que sirvió a Carlos Fabra para estrechar sus relaciones tanto con José María Aznar como con su esposa, Ana Botella.

La reforma de la casa de Oropesa se realizó con una licencia de obra menor y la inversión realizada permitió convertir el inmueble en uno de los más fastuosos de la zona.