El PSOE pide que comparezca Trillo para aclarar contratos

El PSOE está dispuesto a llegar hasta el final para esclarecer una serie de jugosos contratos del Ministerio de Defensa cuya tramitación juzga sospechosa: la compra de shelter (contenedores metálicos susceptibles de alojar personas o mercancías) y la modernización de los TOA (Transporte Oruga Acorazado). Y para ello pidió ayer la comparecencia en el Congreso antes de fin de mes del ministro de Defensa, Federico Trillo, para dar explicaciones.

EL PSOE tenía ayer prevista una pregunta para el titular de dicho departamento, pero decayó al presentar el PP un aluvión con las que no contaba La pregunta la iba a realizar el diputado Salvador de la Encina y su contenido literal era el siguiente: "¿Está en condiciones de garantizar el ministro de Defensa que los contratos que licita su ministerio se atienen a los principios de legalidad, eficacia, menor coste, y seguridad de nuestras tropas?".

Ante la imposibilidad de formular dicha pregunta, este parlamentario socialista realizó una conferencia de prensa. En ella denunció que la gestión de los contratos en Defensa "deja mucho que desear por la opacidad, la falta de transparencia y de legalidad que hay en ellos". Basó su argumentación en los siguientes pilares: "Nos consta que Defensa ha detectado sobreprecios en la compra de los shelter y no está haciendo nada".

Sobreprecios y beneficios

No dudó en poner en el punto de mira a la empresa SPA (Servicios y Proyectos Avanzados), que señaló como una de las empresas "más beneficiadas" por dichos sobreprecios, y que también es la que "puja con más fuerza" en el macrocontrato de los TOA, que supondrá 183 millones de euros al ganador. De la Encina proclamó que abundan en los contratos de los shelter "una gran cantidad de adjudicaciones directas" que no siempre se justifican por la naturaleza de su objeto, y que permiten el pago de tales sobreprecios, "que no sólo perjudican al Estado sino a la libre competencia".

El goteo de denuncias sobre anomalías en estos contratos ha disparado alarmas en Defensa. Las versiones oficiales en ocasiones añaden nuevas contradicciones. Por ejemplo, Defensa explicó que si no pudo evitar seguir pagando sobreprecios en los shelter tras haberlos detectado en octubre de 2002 es porque estaban atados por un contrato de 1998. El citado contrato definía un modelo concreto de shelter, el S-250. Sin embargo, Defensa publicó en el Boletín Oficial del Estado, con posterioridad a detectar los sobreprecios en octubre de 2002, y con toda la apariencia de haberse adjudicado por un concurso específico, la compra de sucesivos paquetes de shelter que nada tenían que ver con dicho modelo. No menor extrañeza causa en ámbitos oficiales que una empresa de menos de 100 empleados haya facturado desde 1995 más de 123 millones de euros a Defensa a través de 144 contratos, en su mayoría otorgados en procesos restringidos y sin publicidad.