El domingo fue el segundo día de diciembre más caluroso de los últimos 65 años

La entrada de aire del norte de África durante el domingo pasado disparó las temperaturas en la costa de Valencia y Alicante hasta el punto de que determinadas localidades alcanzaron valores históricos. La ciudad de Valencia registró 25 grados, sólo dos décimas menos del máximo alcanzado un día de diciembre desde que se recogen registros en el observatorio del jardín de Viveros en Valencia perteneciente al Centro Territorial de Meteorología del Instituto Nacional de Meteorología. De hecho, según fuentes del INM, fue la capital de provincia "incluida las Islas Canarias" con mayores máximas del día. En otro de los observatorios cercanos a la ciudad, el de Manises, los 24,6 grados alcanzados superaron en cuatro décimas el valor máximo alcanzado entre 1966, su fecha de puesta en marcha, hasta ayer. Otras máximas alcanzadas fueron los 25,3 grados de Xàtiva, los 24,8 de Pego -la segunda más alta, tras los 27 grados del 16 de diciembre de 1989- o 26,5 grados en Pego.

Los picos de altas temperaturas de los últimos días ha provocado una proliferación de mosquitos, según explicó a Efe el catedrático de Control de Plagas de la Universidad de Valencia Ricardo Jiménez. Durante los meses de invierno, y en condiciones normales de temperatura, los mosquitos deberían estar refugiados hibernando, aunque la subida registrada en los últimos días ha hecho que las hembras hayan comenzado a salir para buscar alimento, hacer la puesta de huevos y cuidarlos para que maduren.

"Al detectar un aumento de las temperaturas, las hembras abandonan los lugares donde están refugiadas y pican para coger sangre, alimento que les permite la maduración de las larvas", explicó el experto. Los mosquitos que han comenzado a aparecer están "atontados" o "mareados", ya que se muestran intranquilos por los cambios climatológicos registrados en las últimas semanas, con destacados picos de frío y calor en pleno otoño. Ricardo Jiménez indicó que los mosquitos hembras pueden depositar huevos durante todo el año en la Comunidad Valenciana, donde las temperaturas son bastante templadas, aunque en las zonas más frías "suelen hacer una parada entre diciembre y febrero". Jiménez señaló que este fenómeno no durará y cuando las temperaturas vuelvan a los niveles normales de esta época del año, las hembras volverán a su hibernación. "Los mosquitos no saben de meses ni conocen fronteras, sólo saben de temperaturas".