Mas asegura que CiU ha perdido la "confianza" en el tripartito
"Convergència i Unió tendió la mano y le han dado un empujón. A partir de ahora, nos mantendremos prevenidos". Con esta elocuente frase, el dirigente nacionalista Artur Mas resumió ayer el sentir general entre las filas de la federación después de que los partidos de izquierda la hayan mandado "injustamente" a los escaños de la oposición. CiU celebró ayer su primer consejo nacional (máximo órgano de decisión entre congresos) con el único objetivo de reforzar su cohesión interna ante tan adverso futuro e insuflar ánimos a las bases con vistas a las elecciones legislativas de marzo.
La actitud de las tres formaciones de izquierda por "haber mandado a la oposición al partido ganador", dijo Mas, tendrá sus consecuencias, porque "se han cargado el clima de consenso, confianza y concordia" surgido antes de las elecciones para reformar el Estatuto y el sistema de financiación. Ante este nuevo escenario, CiU ha dado por roto el "clima de complicidad y confianza" con la izquierda y, aunque descarta bloquear en el Parlament estas reformas legislativas, se mantendrá vigilante "para que de Cataluña no salga un Estatuto a la baja", agregó Mas en su comparecencia informativa.
Minutos antes, el tridente de CiU -Jordi Pujol, Mas y Josep Antoni Duran Lleida- se conjuró para lanzar un mensaje de esperanza a las bases nacionalistas: a mal tiempo, buena cara; no todo está perdido; es hora de cerrar filas y de hacer una oposición responsable y preparar las elecciones legislativas de marzo. "No es el momento de lamerse las heridas, sino de plantar cara a la nueva etapa con energía y convertirla en una nueva oportunidad", afirmó Mas ante los miembros del consejo nacional.
Duran, candidato
Las generales de 2004 serán, a juicio de Duran Lleida, un "termómetro" electoral sobre el nuevo panorama político catalán. Los convergentes, que ayer ratificaron a Duran como cabeza de lista, están convencidos de que esos comicios servirán para tomar el pulso a la ciudadanía y recuperar parte del voto tránsfuga, abstencionista y descontento con la decisión de Esquerra de rechazar una mayoría nacionalista y optar por otra de izquierdas.
Los dirigentes de CiU repitieron ayer por enésima vez que los republicanos tenían decidido de antemano el pacto de progreso. Duran así lo expuso: "Mas era un tapón para las legítimas aspiraciones de Carod de convertirse algún día en presidente de la Generalitat, y Maragall no. Mas, en este sentido, no tiene el terreno acotado".
En opinión de CiU, ésta es la única explicación al hecho de haber perdido el Gobierno después de 23 años. Por tanto, la federación nacionalista ha hecho bien sus deberes. "No hay que buscar excusas", manifestó el líder democristiano, "no fue un problema de los negociadores de CiU. Nosotros no le dimos a Esquerra ninguna excusa".
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