El PP logra la alcaldía de Vigo tras la desunión de la izquierda
Corina Porro gobernará el Ayuntamiento en minoría
Corina Porro Martínez fue proclamada ayer alcaldesa de Vigo en un pleno extraordinario de la corporación municipal que no dio lugar a sorpresas. El grupo socialista no presentó candidato y Porro Martínez pudo acceder al cargo con los 10 votos del grupo popular, mientras que los otros dos grupos, BNG y Democracia Galega, votaron a sus respectivos cabezas de lista, los ex alcaldes Lois Pérez Castrillo y Manoel Soto.
"Estoy aquí legitimada por las urnas y dispuesta a ganar la legitimidad del trabajo bien hecho y de la incansable búsqueda del acuerdo", dijo la alcaldesa en su discurso de investidura.
Porro calificó la jornada de "agridulce", con "ciudadanos desconcertados", y ofreció "acuerdos sólidos", esfuerzo y confianza en la respuesta a sus gestiones para gobernar en minoría.
La sesión no se celebró en el lugar habitual, el salón de plenos, sino en el auditorio municipal, atestado de un público diverso que jaleó el desarrollo de las intervenciones con una constante bulla. Manoel Soto, de Democracia Galega, el primero en intervenir, atribuyó el "desmán político" de Vigo al fracaso del pacto entre el PSOE y BNG y a "los pactos que se hacen para alcanzar el poder, no para realizar programas de gobierno". De ello cabe extraer una "patética lección política": "Ustedes [PSOE y BNG] regalan el gobierno de Vigo al PP".
"No será con nuestro voto ni con nuestro silencio como gobernará el PP en Vigo", dijo Pérez Castrillo (BNG), que señaló el estallido de la crisis en la decisión, tomada por el alcalde saliente, Ventura Pérez Mariño, de expulsar de su gobierno a los concejales nacionalistas, hace dos meses. Nunca antes hubo problemas mayores en los pactos municipales de PSOE y BNG. "Este modelo vigués es exportable a toda Galicia y por eso mantuvimos el pacto en el anterior mandato y lo renovamos en éste", prosiguió entre aplausos y abucheos. Pero "el alcalde traicionó la confianza del BNG". "No entendemos que el PSOE entregue la alcaldía de Vigo", concluyó.
María Xosé Porteiro (PSOE) explicó que lo ocurrido tiene que ver con la "incredulidad" de sus socios, que "no entendieron ni creyeron" las tesis con las que socialistas defendían a su alcalde. Para el grupo socialista, la sesión de ayer era un "trámite" después de que a Pérez Mariño le retiró la confianza el BNG hace 15 días. Y los males, a su juicio, ya habían comenzado en 1991, cuando el PSOE entregó a su cabeza de lista por exigencias nacionalistas: el resultado, en las siguientes elecciones, fue una mayoría absoluta del PP. "No queremos repetir el error", zanjó.
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