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Entrevista:ROBERT MARRAST | Hispanista

"Alberti me parece un escritor de una categoría más alta que Lorca"

Nacido en 1928 en Toulouse, Robert Marrast es catedrático emérito de la Universidad de Burdeos III.

Ha desempeñado también la labor docente en la Sorbona (París) y la Universidad de Rennes.

Marrast participó el pasado jueves en el encuentro Los signos de la creación. Homenaje a Rafael Alberti, organizado en Sevilla por la Fundación José Manuel Lara. Este hispanista francés habló sobre Génesis y metamorfosis de las arboledas perdidas. Entre las publicaciones de Marrast figuran Cervantes dramaturge (1957), Espronceda. Articles et discours oubliés (1966), Aspects du theatre de Rafael Alberti (1967), José de Espronceda et son temps (tesis doctoral, 1974, traducción española, 1989) y Rafael Alberti en México (1985). Marrast ha realizado ediciones críticas de obras de Cervantes, Espronceda y Alberti, así como recopilaciones de textos inéditos o rescatados de Antonio Machado, Alberti y Miguel Hernández. Marrast ha traducido al francés obras de Alberti (El adefesio, El trébol florido, De un momento a otro, Sermones y moradas, Yo era un tonto..., La arboleda perdida), Juan y Luis Goytisolo, Baroja, Valle-Inclán, Galdós, Fuentes, Octavio Paz, Max Aub, Cabrera Infante y Cernuda.

"Una vez traducida, la poesía de Cernuda parece una prosa muy ramplona"
"La Andalucía de Alberti es limpia, bien educada y luminosa"

Pregunta. ¿Cuándo y cómo conoció la obra de Alberti?

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Respuesta. Había empezado mis estudios de castellano. Y un lector de español de la Universidad de Burdeos me dio la antología poética de Alberti publicada por Losada. Me encantó.

P. ¿Qué le atrajo de la obra de Alberti?

R. Sobre todo, la variedad de la inspiración. En Francia sólo se hablaba de García Lorca. En Alberti encontré una cosa tan fresca, tan popular y culta a la vez en Marinero en tierra que me gustó mucho. Luego, estaba el hermetismo de Sobre los ángeles y Sermones y moradas. Más tarde, compré El adefesio. Me gustó mucho esta obra. Me puse a traducirla entre 1951 y 1952. Pedí permiso a Alberti, que vivía en Buenos Aires. En 1953 presenté mi memoria de licenciatura sobre el teatro de Rafael Alberti. Le envié mi tesina. Me contestó con una carta de cinco o seis folios muy apretados.

P. Hay un Alberti poeta, un Alberti dramaturgo, un Alberti memorialista. ¿Qué opinión le merece esta variedad de registros literarios?

R. Si Alberti hubiera escrito novela hubiera sido el Louis Aragon español. Alberti me parece un escritor de una categoría más alta que Lorca. Es un escritor completo. Escribe poesía de lirismo subjetivo, poesía política, poesía social, poesía satírica... Es feroz cuando escribe poesía satírica.

P. ¿En qué trabaja ahora?

R. Estoy preparando la edición de la Obra Completa de Alberti que hace Seix Barral. Me ha tocado el tomo segundo de poesía, comprendida entre 1930 y 1940, que ha sido publicado recientemente. Además, preparo todos los libros de La arboleda perdida y las Prosas varias.

P. ¿Quedan textos por descubrir de Alberti?

R. Hay poco que descubrir. No hay inéditos. En mi volumen de poesía hay 10 poemas inéditos. Esta vez creo que no falta nada, ningún poema.

P. ¿Su compromiso con el comunismo ha beneficiado o ha perjudicado la recepción de la obra de Alberti?

R. El Quinto Regimiento, que era comunista, salvó los tesoros artísticos del Prado y del Palacio del Duque de Alba. Bajo el franquismo ¿qué oposición se podía hacer si no era adhiriéndose al clandestino Partido Comunista? [El poeta francés] Paul Claudel escribió una oda a Franco. Las opiniones políticas de Alberti no me importan nada al leer su obra.

P. ¿Qué aporta Andalucía a su obra?

R. Aporta mucho. Sobre todo, la Andalucía del mar, salvo un paréntesis de la Andalucía interior. La Andalucía de Alberti es limpia, bien educada y luminosa.

P. ¿Qué le empujó a convertirse en un hispanista?

R. Lo llevo en la sangre. Mi bisabuela materna era de Fuentecén, del partido de Roa, en Castilla la Vieja. La conocí poco antes de su muerte. Llevaba un pañuelo negro. Parecía la Bernarda Alba de Lorca.

P. También ha estudiado a Cervantes.

R. Prefiero su obra dramática y, sobre todo, sus entremeses, como El juez de los divorcios o La guarda cuidadosa. También me gusta mucho El celoso extremeño, que es una obra de un atrevimiento extremo.

P. Su libro sobre Espronceda es considerado una obra canónica a la hora de conocer a este escritor.

R. Me alegro. Fui a las fuentes. Fui a ver los documentos, la prensa de la época. Me di cuenta de que faltaban cosas y encontré cosas nuevas: algún inédito, documentos en Bruselas, Lisboa, Londres... Espronceda merece más estimación de la que tiene. No entiendo por qué ha sido marginado. Era un revolucionario. En 1840 formaba parte del Partido Republicano, que estaba naciendo.

P. Antonio Machado ha sido asimismo objeto de su interés.

R. He recogido textos que no se habían publicado y que Guillermo de Torre había descartado porque quería dar una imagen definitiva del escritor: la suya.

P. Ha traducido a Cernuda.

R. Cernuda es difícil de traducir porque una vez traducida, su poesía parece una prosa muy ramplona. Lo que no ocurre con Alberti ni con Antonio Machado.

P. ¿Cómo ve la literatura contemporánea?

R. Me falta tiempo para hacer lecturas que no sean de trabajo. No me queda tiempo para leer novelas. Las novelas cada vez me interesan menos. En cambio, me interesan más los libros de memorias y los diarios.

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