Martí de Riquer dice que 'Para leer a Cervantes' es la "culminación" de su obra

Martí de Riquer está satisfecho con la suerte que ha corrido Para leer a Cervantes en las librerías. "Ayer recibí ejemplares de la segunda edición. Es un éxito extraordinario para un libro de erudición", afirmó ayer. El filólogo, de 89 años, recogió el Premio Bartolomé March al mejor libro de crítica literaria, que se le ha otorgado por esta compilación de trabajos que él considera la "culminación" de su obra.

"A mi edad estas cosas se agradecen mucho", dijo Martí de Riquer en su parlamento antes de recoger el premio en un acto que se celebró en la Reial Acadèmia de les Bones Lletres, en Barcelona, una institución, recordó Riquer, que ha dado "figuras importantísimas en estudios cervantistas". Y citó a la escritora y profesora Carme Riera, que acudió ayer a la entrega, y a Joan Givanel i Mas y Clemente Cortejón, organizadores, en 1905, del tercer centenario del Quijote.

Para leer a Cervantes (Acantilado), explicó Riquer, es consecuencia de una idea del editor Jaume Vallcorba, quien sugirió al filólogo la posibilidad de reunir en un solo volumen todos sus estudios en torno a la figura de Cervantes, a partir de su Aproximación al Quijote, escrito para alumnos de bachillerato. "Cuando el amigo Vallcorba me pidió que hiciera el libro lo vi como la culminación de mi tarea cervantina", continuó.

Le habían precedido en el turno de palabras el director de la Fundación Bartolomé March, Basilio Baltasar, que explicó que la finalidad del premio es "encontrar los maestros que sí nos pueden dar lecciones"; el editor Vallcorba, y el escritor Eduardo Mendoza, miembro del jurado del premio junto con Guillermo Cabrera Infante, Elide Pittarello, Fernando Savater, Félix de Azúa, Luis Goytisolo, Jorge Volpi, Jean François Fogel y el mismo Baltasar.

Mendoza recordó que las deliberaciones del jurado fueron muy claras: "Todos coincidimos en que el libro que queríamos premiar era Para leer a Cervantes". No obstante, uno de sus componentes opuso que "quizá" el veredicto sería entendido como una elección "acomodaticia" por el indiscutible prestigio del autor de la obra, recordó Mendoza. Una vez oída la observación, "todos contestamos que el riesgo estaba en premiar un libro sobre otro libro tan contemporáneo como el Quijote y escrito por un autor tan joven y prometedor como Martí de Riquer". Y remachó: "Aquí se acabaron las discusiones".

En nombre del jurado, el autor de La ciudad de los prodigios subrayó la calidad "afortunadamente contagiosa" de los textos de Riquer, un maestro que aúna "erudición" y "entusiasmo".