Máxima da a luz a otra futura reina

Máxima Zorreguieta, princesa de Orange, dio ayer a luz a una niña en el hospital Bronovo de La Haya. La pequeña, segunda en la línea de sucesión después de su padre, el príncipe heredero Willem Alexander, está llamada a ser la futura soberana de los Países Bajos. Será la cuarta reina en una cadena que se remonta a 1898 con Guillermina, bisabuela del propio Willem Alexander y único varón desde entonces. Saludado con 101 cañonazos, el nacimiento mantuvo en vilo al país desde las nueve de mañana. Máxima ingresó a dicha hora en el centro médico junto con su esposo, que se mantuvo en todo momento a su lado. "Es un encanto de niña y estoy agradecido y feliz", dijo el progenitor poco después de las cinco de la tarde, momento del parto. Aunque los médicos aseguraron durante el embarazo que todo iba bien, la princesa Máxima debió guardar reposo durante algún tiempo. La fecha del alumbramiento también se ha adelantado algo sobre el mes de enero previsto inicialmente. La primera en visitar a la pareja fue la reina Beatriz, que reside habitualmente en La Haya. Acudió acompañada de su segundo hijo, el príncipe Johan Friso, y de su prometida, Mabel Wisse-Smit. A continuación se sucedieron las felicitaciones oficiales, desde el primer ministro, el democristiano Jan Peter Balkenende, al resto de representantes de los partidos políticos. Dos de ellos, los liberales del D66 y del VVD, ambos en la coalición gobernante, calificaron la llegada del bebé como la mejor forma de cerrar un año "difícil" para la casa real. Beatriz de Holanda ha visto cómo su hijo Johan Friso renunciaba a los derechos sucesorios para poder casarse con su novia, relacionada en el pasado con un delincuente. También ha sufrido la soberana las críticas de su sobrina y ahijada, la princesa Margarita, hija de su hermana Irene, y ha sido objeto de ácidas sátiras en las últimas semanas.