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Entrevista:Estrategias | ELOY GÓMEZ | Transtools

"La Administración no cree en la industria española"

Patricia Fernández de Lis

Transtools es una compañía española que vende tecnología, y que se financia con capital español, lo que en sí ya es una rareza en un sector de multinacionales. Esta empresa, fundada en 1988, desarrolla software complejo como, por ejemplo, la migración de sistemas propietarios hacia otros abiertos. Transtools hace negocios en Europa, Asia y América Latina, y también vende en la meca del software, Estados Unidos, de donde espera que provenga su mayor crecimiento. Tal y como explica su vicepresidente, Eloy Gómez, Transtools cerró 2002 con unas ventas de 16 millones de euros, y el 89% se realizó fuera de España

Pregunta. Transtools es una empresa de tecnología y capital español que vende fuera de España. ¿Es difícil hacerlo?

"El sector público se siente más tranquilo adquiriendo a estadounidenses o alemanes. Yo no quiero que me subvencionen, quiero que me compren"

Respuesta. En nuestra historia hay dos hechos fundamentales. Tuvimos la oportunidad de contar con la financiación necesaria para desarrollar tecnología básica, algo muy caro y complejo. Además, esta compañía tiene muy claro que nuestro mercado es el mundo, y por eso nacimos con dos oficinas, una en Madrid y otra en Hannover. En todo caso, hay que ser realista. Transtools está en un mercado de nicho. Nosotros no peleamos en la batalla principal del software, y cuando nos hemos acercado, hemos tenido muy pocas opciones. Siempre hemos buscado nichos de mercado donde se combinara la alta especialización con una inversión que pudiéramos llevar adelante.

P. La mayor parte de las empresas europeas se estrella en el mercado estadounidense. ¿Cuál es su estrategia?

R. Nosotros no estamos en grandes batallas de marketing, nuestro producto se vende a técnicos y su decisión de compra se debe a razones técnicas. Y por eso somos una empresa española tan rara, porque hacemos tecnología básica. Los españoles somos magníficos integradores de tecnología, pero nos falla la mentalidad: tenemos una bajísima confianza en nuestra capacidad de crear tecnología básica. Y falla también el mercado doméstico, que es muy pequeño. No es lo mismo hacer tecnología en Estados Unidos, que supone el 25% o el 30% del mercado mundial, que en España, que es el 1%. Ésta es una plataforma 30 veces más pequeña, con lo cual tienes que hacer un esfuerzo adicional, que es salir fuera. Y eso ya es una barrera.

P. ¿Se necesitan más ayudas?

R. El mecanismo de la subvención es un sustituto de la confianza en nuestra propia industria. Las empresas estadounidenses no tienen subvenciones; no vas al ministerio a pedirle una subvención, vas a venderle proyectos. Y ésa es la manera de financiarte. Para una empresa española de tecnología básica es casi imposible vender a la Administración.

P. ¿Por qué?

R. Porque la primera que no cree en su propia industria es la Administración pública española. Yo no quiero que me subvencionen, quiero que me compren. Pero en la Administración hay una barrera cultural por la cual todo el mundo se siente más tranquilo comprando a estadounidenses o alemanes. En tecnología es como si los españoles no nos gustáramos a nosotros mismos.

P. ¿Puede el software libre cambiar esto?

R. El fenómeno Linux y el de Java, que son los dos grandes modelos de software libre, suponen volver a barajar las cartas. Hasta ahora, los europeos no hemos conseguido participar en esta industria, pero ahora hay una oportunidad. Y aquí las compras públicas son fundamentales.

P. ¿Deben intervenir los gobiernos en el mercado promoviendo el software abierto?

R. Yo creo que no. Lo que debe hacer el Gobierno es eliminar las barreras culturales por las que lo español crea inquietud. Hacer una ley diciendo que todo lo que se compra debe ser español es tan malo como esa ley no escrita que dice que todo lo que compra es americano. En todo caso, hay piezas de software en las que tiene sentido que haya un fabricante detrás. Linux es seguramente el mejor sistema operativo; se ha hecho siguiendo el modelo del software libre, y por otro no se habría podido llegar a una pieza de tanta calidad. Sin embargo, ¿una contabilidad para una empresa española debe ser software libre? Ya no está tan claro, porque es un programa lleno de peculiaridades.

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Sobre la firma

Patricia Fernández de Lis
Es redactora jefa de 'Materia', la sección de Ciencia de EL PAÍS, de Tecnología y de Salud. Trabajó diez años como redactora de economía y tecnología en EL PAÍS antes de fundar el diario 'Público' y, en 2012, creó la web de noticias de ciencia 'Materia'. Los fines de semana colabora con RNE y escribe, cuando puede, de ciencia y tecnología.

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