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Reportaje:FÚTBOL | Semana de clásicos

Olvídense de parar al 'gordo'

Ronaldo desespera a los rivales y a los técnicos que intentaron frenarle

"Ganaremos por 0-1 y el gol lo marcaré yo" proclamó Ronaldo en radio Marca, como quien no quiere la cosa. Lo malo no es tenerle enfrente, llegados a estas alturas; lo dramático es que, además, amenace después de contar con 15 goles en 20 partidos. Avisó en la víspera ante el Atlético que tenía buenas vibraciones, y tardó 15 segundos en meterle el gol al Mono Burgos. Hoy vuelve al Camp Nou, y lo hace de manera arrogante; será que se lo puede permitir. Nada que ver la espantada protagonizada del año pasado.

En El Montanyà, donde veló el Barcelona el clásico, cuentan los jugadores que no asusta el aura imparable de Ronaldo. "Nosotros tenemos a Luis Enrique", asegura uno de ellos que, sin dar más argumentos para frenar al brasileño, tira del capitán para levantarse la moral. Gabri, en cambio, sí da una pista para inutilizar tanto talento: "Tener la pelota nosotros".

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Kiko Narváez le compara a George Clooney: "Guiña el ojo y la chica es suya. Hay otros jugadores, tipo Fary, que trabajan toda la noche y nada", asegura con su gracejo gaditano. "A él le bastan tres minutos para meter tres goles". El problema es que el Barça no puede tener una hora y cuarto el balón y a Ronaldo le basta "un segundo para arruinarle a cualquier defensa el trabajo de 90 minutos" refrenda, desde Qatar, Fernando Hierro, que busca todavía la manera de frenarle. "Las pasé canutas cuando jugaba en el Barça y en los entrenamientos, el año pasado, ni te cuento. Si alguien encuentra el sistema, que me llame", bromea, ultimando los preparativos para ver hoy el clásico junto a Pep Guardiola, casi místico en la reflexión: "Eso de parar a Ronaldo es todavía un misterio".

"Parece que está en el campo porque lo ha puesto el ayuntamiento" asegura Pablo Alfaro, capitán del Sevilla, al juzgar su conducta sobre el césped. "No habla ni con los compañeros. Va a lo suyo". Cuando el Madrid jugó en el Sánchez Pizjuán, según el capitán palangana, tuvieron suerte de marcar primero "y poder echar la defensa atrás, sin darle mucho espacio". También marcó.

Los técnicos del Barça le conocen bien y saben de sobra que lo peor es darle la posibilidad de tener campo para correr: "Cuando el Madrid defiende, se va a la izquierda y espera el pase para entrar en diagonal" dice Txiki Begiristain, director deportivo, antes de rendirse a la evidencia: "Encarando al defensa o en carrera, no le para nada ni nadie".

Sobre la pizarra del vestuario, todo está claro. El problema llega cuando empieza el partido. Que se lo pregunten a Sergi Barjuán: "Sabíamos lo que teníamos que hacer. Pero no tuvimos ni tiempo", recuerda el que fuera compañero suyo en el Barcelona, en un año inolvidable, seguramente la mejor temporada en la vida del brasileño: marcó 34 goles en Liga y 47 en todo el curso. Sergi, como todo el Atlético, lo padeció el miércoles en el Bernabéu vestido de rojiblanco.

La desesperación colchonera se extiende a la mayoría de los profesionales consultados al tratar de dar con la fórmula que impida a Ronaldo salirse con la suya. La primera respuesta suele ser tan visceral como reveladora. "Contratar a un francotirador", "jugar con 20 y poner a nueve a marcarle", "pagar al chófer del autocar y que se pierda para que no llegue al campo". A falta de argumentos, se imponen las respuestas jocosas.

No en vano, avisa Javier Aguirre, entrenador de Osasuna, que "la pregunta es mucho más fácil que la respuesta". El mexicano, hace apenas siete días, preparó una zona para tapar la llegada de balón y la salida del regate en el partido jugado en El Sadar. Ni así. Aguirre aconseja a Rijkaard usar a Puyol, al que considera mentalmente el único capaz de "olvidarse de todo, incluida la pelota, y pensar sólo en marcarle". No le gusta el recurso, por antiguo y, porque según confiesa, "tampoco garantiza nada", pero puede resultar una solución.

Pichi Alonso, seleccionador catalán, apostó también en su día por tapar las líneas de pase con el sistema de defensa zonal. "Puse a Alex Fernández y a Miguel Ángel en el doble pivote", dice. Ronaldo, jugando con Brasil, no mojó contra Cataluña. En el otro partido jugado en el Camp Nou hasta la fecha, sí. Vistiendo la zamarra de la canarinha tardó 28 minutos en abrir el marcador ante el Barça de Van Gaal el día del Centenari del conjunto azulgrana.

No sólo el técnico de Osasuna señala a Puyol como el hombre más indicado para marcar al gordo. Aunque el propio defensa responde que es "complicado" porque aprovecha bien los espacios, pero dice: "Ganaremos nosotros... y yo no meteré el gol". En el cuerpo técnico azulgrana, sin embargo, hay quien apuesta por Reiziger, por ser más rápido, aunque menos fiero que el catalán.

Ernesto Valverde, que visitó el Santiago Bernabéu y le dio con su Athletic una buena ración táctica al Madrid, se muestra ufano al hablar de Ronaldo: "Lo teníamos todo controladito hasta que tocó dos veces la pelota y nos metió dos goles". Por eso, la receta del Txingurri es "meter un gol más que el Madrid y olvidarte de Ronaldo. Al final, te la liará". Parece no existir la fórmula mágica para frenar a este tipo adicto al jabugo y al gol. Tal vez la respuesta la tiene él mismo, según uno de sus mejores amigos en España: "Al único defensa que teme es a Óscar Córdova". Por desgracia para el Barça, el colombiano juega en el Inter.

Puyol, el más señalado como marcador de Ronaldo.
Puyol, el más señalado como marcador de Ronaldo.VICENS GIMÉNEZ

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