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Flotats debuta en el Liceo como director de escena con su versión onírica de 'Così fan tutte'

El montaje, estrenado en 2001 en el Real de Madrid, se presenta el martes en Barcelona

Un sueño, pero un sueño feminista, reivindicativo y de lucha de clases. Así plantea Josep Maria Flotats Così fan tutte, la ópera de Mozart con la que el actor y director teatral catalán debutó en diciembre de 2001 como director de escena de ópera en una coproducción del Teatro Real de Madrid, donde se estrenó, y el Liceo de Barcelona, donde se presenta el próximo martes. "Siempre me ha apasionado el personaje de Despina y a través de ella, de su sueño, planteo toda la ópera, convirtiéndola en un homenaje a la mujer trabajadora", explicó ayer Flotats.

Josep Maria Flotats estaba eufórico ayer, en la presentación en el Liceo de este Così fan tutte, por su regreso al coliseo lírico barcelonés, donde, según desveló, debutó en diciembre de 1954 -tenía entonces 15 años- en un breve papel en el oratorio de Arthur Honnegger Juana de Arco en la hoguera, que dirigió Roberto Rossellini y protagonizó Ingrid Bergman. Volvió al Liceo en abril de 1983 con la compañía de la Comédie Française para protagonizar dos funciones del Don Juan de Molière. "Ésta es la tercera vez y espero que sea la definitiva para que haya una cuarta, una quinta...", dijo, aunque aseguró que por ahora no tiene ningún compromiso con el coliseo de La Rambla ni con otro teatro de ópera. "Me gustaría atreverme con un Wagner", apuntó, aunque matizó que su ilusión es dirigir la ópera de Alban Berg Lulú.

Valora Flotats su debut como director de escena operístico y señala que si eligió Così fan tutte es porque necesitaba que su primera ópera fuera muy cercana al teatro. "Lo que me fascina de Così... es la mezcla de dolor y pervesión propia del teatro del siglo XVIII y muy presente en los texto de Marivaux. De hecho, Despina, a través de cuyos ojos, mejor dicho, de su sueño, planteo toda la ópera, es un personaje muy típico de Marivaux, en cuyas obras siempre hay una sirvienta que es la mirada del pueblo".

Flotats traslada el argumento de la ópera de finales del siglo XVIII a principios del XX y sitúa la acción en una colonia textil catalana donde trabaja Despina, originalmente la sirvienta de las hermanas Fiordiligi y Dorabella, a las que pretenden dos cazadotes, Ferrando y Guglielmo. Agotada del trabajo en el telar, Despina se duerme en una escena inventada por Flotats que transcurre en el prólogo para justificar que todo lo que se narra (realmente la trama de la ópera) es un sueño. Un sueño en el que no faltan las revindicaciones de clase, incluso suenan unos compases de la Internacional, y de sexo. Despina se convierte así en el motor de la trama dejando al viejo y filosófico Don Alfonso, originariamente el que mueve los hilos de los personajes, en un malvado y mefistofélico ser.

El Liceo ofrecerá a partir del próximo martes y hasta el 30 de enero de 2004 un total de 15 representaciones de Così fan tutte con un doble reparto en el que figuran las sopranos Angela Marambio (Fiordiligi), Ofelia Sala y Monsterrat Martí (Despina); las mezzosopranos Heidi Brunner y Marisa Martins; los tenores Jeffrey Francis y Bruce Fowler (Ferrando); los barítonos Manuel Lanza y Àngel Òdena (Guglielmo), y los bajos Carlos Chaussson y David Menéndez. La dirección musical está compartida por Bertrand de Billy (11 funciones) y Josep Caballé-Domènech (cuatro funciones).

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