El tripartito saca adelante el plan de Empleo que rechazan PP, PSE y los sindicatos

Los tres partidos que apoyan al Gobierno (PNV, EA e IU) no lograron ayer en el Parlamento sumar ningún apoyo al plan de Empleo, el tercero tras el de Inserción y el de Salud Laboral, que presenta el consejero de Empleo, Joseba Azkarraga. En ausencia de los parlamentarios de la ilegalizada Batasuna, los votos del tripartito tumbaron las propuestas de resolución del PSE y el PP, que reclamaban la devolución del plan al Gobierno. Ambos partidos tenían además el respaldo indirecto del Consejo Económico y Social (CES), en el que están representados desde Confebask a los sindicatos, las cooperativas, la UPV, las asociaciones de consumidores de Euskadi, las cajas, y las Cámaras de Comercio, cuyo dictamen resultó muy crítico con el plan.

Azkarraga anunció en junio que, con una dotación de 260 millones, el principal instrumento del plan serán las 30 oficinas de Lanbide, un Inem vasco paralelo. El socialista Jesús Loza criticó las posturas "maximalistas" de Azkarraga y deploró su oposición al traspaso de las políticas activas sin la Seguridad Social.

Durante su presentación en el Parlamento vasco, Azkarraga respondió a las críticas de los partidos de la oposición y de los sindicatos UGT y CCOO, negando que el diseño de las políticas de empleo sean un "apéndice del plan secesionista del Gobierno vasco". Según dijo, ni la propuesta de nuevo Estatuto, ni Lanbide, su particular Inem, forman parte de un plan independentista. "Otra cosa es que a mí me gustaría que así fuera", aclaró.

Lo que sí reconoció es que el controvertido instrumento central del plan constituye una apuesta por un mayor grado de autogobierno de Euskadi.

En el primer semestre de 2004 se inaugurarán tres centros de Lanbide en Salvatierra, Basauri e Irún como experiencia piloto. Las 27 oficinas restantes se abrirán hasta 2006. Mientras no se transfieran las políticas activas del Inem, ambos servicios deberán convivir en Euskadi con sus respectivas políticas. El plan también se plantea una reducción del desempleo hasta converger con la media europea, en torno al 7% masculino y 11% femenino. Para cumplir ese objetivo habrá de crear 33.000 empleos hasta 2006.

Al final, PNV, EA e IU aceptaron una propuesta de resolución socialista para reunir en menos de tres meses al Consejo Vasco de Empleo, un instrumento previsto en el anterior plan y que no ha llegado a estar operativo.

Las críticas del PP y del PSE a Azkarraga, que sigue demandando la Seguridad Social, se vieron ayer respaldadas por un informe de varios expertos de la Universidad Complutense que difundió Vasco Press. El texto de los profesores María Teresa López y Alfonso Utrilla concluye que un sistema vasco de Seguridad Social similar al existente en España sería inviable sin la redistribución territorial de fondos que se produce en el modelo actual, porque el sistema ya es deficitario en el País Vasco: 40,7 millones de euros a día de hoy, pero en 2010 el déficit llegará a los 525,3 millones. El escenario del estudio se basa en el sostenimiento de los tipos cotización a la Seguridad Social y las estimaciones del gasto en pensiones contributivas se realizan teniendo en cuenta las tendencias demográficas y la rotación de las pensiones. También se utilizan las previsiones macroeconómicas del Programa de Estabilidad de España.