Ascer pugna por ampliar su cuota de emisión para salvar el protocolo de Kyoto

El presidente de la patronal azulejera (Ascer), Fernando Diago, intentará "arrancar" hoy al vicepresidente primero del Gobierno, Rodrigo Rato, un compromiso para adjudicar al sector cerámico una cuota de emisión de dióxido de carbono "acorde con la realidad". La negociación de los límites de emisión de cinco actividades industriales, que engloban a una decena de sectores, tiene su origen en la directiva comunitaria sobre el comercio de emisiones como mecanismo para cumplir los compromisos del Protocolo de Kyoto sobre cambio climático. El Gobierno debe fijar el próximo 31 de marzo la cuota de emisión autorizada a cada sector.

Los argumentos que esgrimirá Diago se basan en dos ejes. Por una parte expondrá el "grave problema" al que puede enfrentarse la industria azulejera en los próximos años, lo que, según fuentes de la patronal, puede desembocar en "una fuerte pérdida de competitividad y la consiguiente reducción de actividad". Por otra, hará hincapié en que el sector, actualmente, está utilizando "las mejores técnicas disponibles en cuanto a ahorro y eficiencia energética", con lo que "sólo podría reducir sus emisiones a costa de frenar su producción o comprando derechos de emisión", según las mismas fuentes.

Diago se enfrentará a representantes de los otros sectores afectados e incluidos en la directiva y que, en el caso de España, según Ascer, representan poco más del 40% de las emisiones totales españolas. Entre ellos, miembros de los sectores del acero y el cemento.

Consumo doméstico

Según la patronal cerámica, el consumo energético doméstico es "responsable" de la mayor parte del aumento de emisiones, una responsabilidad que la patronal extiende a la circulación de automóviles y el transporte de viajeros y mercancías. Las mismas fuentes sostienen que la industria, a pesar del desarrollo experimentado, "ha aumentado proporcionalmente menos sus emisiones porque en estos años ha tomado medidas de reducción, y tiene escaso margen de mejora". El sector cerámico, según Diago, sólo es responsable del 0,9% de las emisiones de dióxido de carbono en España.

La Unión Europa firmó el compromiso de Kyoto y asignó a España un techo de emisiones totales a nivel de las efectuadas en 1990 más un 15 %. Las emisiones actuales, según la patronal cerámica, superan en un 35% las de 1990 por lo que España habrá de reducirlas en los próximos años. El sector cerámico recuerda que el aumento de emisiones en España "es consecuencia del aumento de actividad necesario para cumplir otro compromiso español, de convergencia con la Unión Europea" y apunta que "las emisiones españolas per cápita son inferiores a la media comunitaria y muy inferiores a las de otros Estados como Alemania o Francia".