El índice de discapacitados se triplica entre las familias pobres
Un informe revela la correlación entre pobreza y deficiencias físicas o psíquicas
La proporción de personas con discapacidad es en España tres veces mayor entre las familias pobres que entre las ricas. Estas diferencias son todavía más acusadas en algunas provincias, como la de Barcelona, donde el porcentaje de personas discapacitadas es del 16% entre las familias más humildes y del 2,5% entre las más ricas, según se desprende de un informe de la Fundación Bofill.
El informe, Las desigualdades sociales entre la población catalana con discapacidades, ha sido impulsado por la Fundación Jaume Bofill y redactado a partir de los datos de la última Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencias y Estados de Salud, realizada por el Instituto Nacional de Estadística.
El trabajo revela que en el conjunto de España, entre las familias con ingresos inferiores a 390 euros el porcentaje de personas discapacitadas alcanza el 12,6%, una proporción que se reduce hasta el 4,2% en los hogares con rentas familiares superiores a 2.000 euros.
Estas diferencias son todavía más acusadas en algunas provincias, como la de Barcelona, donde el porcentaje de personas discapacitadas es seis veces mayor entre las familias más pobres que el registrado entre las de mayor poder adquisitivo.
El 9,4% de la población española y el 9,8% de la catalana sufren algún tipo de discapacidad; es decir, una limitación física o psíquica que impide a quien la padece realizar una actividad diaria normal.
La "clara correlación" que el estudio revela entre la pobreza y la prevalencia de las discapacidades obedece a varias razones, aunque Walter Actis, uno de los autores del informe, destacó ayer el hecho de que las personas con menos recursos están más expuestas a riesgos laborales y tienen unas condiciones de vida menos saludables. Además, sus posibilidades de rehabilitación y de reinserción son inferiores, por lo que sufren una doble discriminación, una situación que también padecen las mujeres con limitaciones físicas o psíquicas.
El informe agrega que entre los discapacitados más desfavorecidos económicamente, la tasa de ocupación es más baja que la que se observa entre los pertenecientes a familias con rentas más elevadas. La tasa de actividad entre la población con discapacidades es muy inferior a la de la población general. En Cataluña, sólo el 36% de los discapacitados que están en condiciones de trabajar tienen empleo, frente al 73% de la población general.
Sistema pensionista
Los autores del informe destacan que España es el país de la UE con la tasa de ocupación más baja para las personas con discapacidades graves y con la segunda más baja para las discapacidades moderadas, después de Irlanda. Sin embargo, España es el país que ofrece mayor cobertura por pensiones de invalidez. Salvo en Cataluña, entre los discapacitados, el número de personas activas es inferior en España al de pensionistas.
Walter Actis atribuyó ayer esta situación a una política que "prima las pensiones frente a la integración laboral" de los discapacitados. Actis destacó que sólo el 15% de los discapacitados que trabajan han accedido al mundo laboral gracias a las medidas legislativas de fomento del empleo para este colectivo y recordó que la reserva obligatoria del 2% de los puestos de trabajo en empresas de más de 50 trabajadores se incumple de manera flagrante incluso en la Administración.
