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Entrevista:Ignacio Padilla | MAPA LITERARIO DE MÉXICO

"En términos de lectores la literatura está mal"

PREGUNTA. ¿Cuáles son los modelos literarios en México?

RESPUESTA. Hay una serie de autores de generaciones anteriores que se están recuperando gracias al respeto de muchos escritores actuales. Por ejemplo, Sergio Pitol o, como lo fue y lo seguirá siendo, Roberto Bolaño, que creo que fue una figura esencial para la renovación de la literatura latinoamericana. Bolaño nos dio una lección de que se podía ser latinoamericano y universal, marginándose de la moda literaria del realismo mágico. Bolaño nos enseñó el humor, que se puede ser profundamente moderno con unas raíces clásicas que desde hacía mucho tiempo -desde Borges y Cortázar- no se veían en la literatura latinoamericana. Bolaño nos enseñó que el buen escritor es de facto un escritor comprometido sin que lo tenga que ser en el sentido sartriano de la palabra. Un escritor tan humano, tan cálido en su literatura, tan irreverente, podía ser al mismo tiempo tan canónigo en su obra. Son voces que estaban ahí pero que ahora se están rescatando como la literatura de Puig o de Jorge Amado, autores que no estaban dentro de la corriente de la moda y que ahora por fortuna se están recuperando.

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P. ¿Cómo es el panorama actual de la literatura?

R. Está evolucionando. Hace cinco años observaba dos tendencias claras: una hacia un realismo exacerbado, duro, al estilo estadounidense, y otra hacia una literatura más depurada estéticamente o con temas de índole borgiana. Ahora no estoy tan seguro de que exista esa clasificación, creo que hay muchas más clasificaciones posibles.

P. ¿Qué escritores nuevos de su país le parecen más relevantes y por qué?

R. Hay una serie de escritores que me gustan mucho, como Jorge Volpi, Pedro Palou, Vicente Herrasti o Mario Bellatín (Jacobo

el mutante, Perros héroes), que me parece un autor prodigioso, esencial. Y Cristina Rivera Garza, sin duda alguna. Creo que si hay algo valioso que unifica a esta generación tan diversa, tan contrastante y en ocasiones tan confrontada hacia dentro de sí misma es que hay mucha disciplina y una actitud ferviente, entusiasta y ambiciosa de la literatura. Puede ser que en algunos casos se produzca una literatura borgiana o tipo Burroughs o Bukowski, pero todos ellos son producto de una actitud respetuosa hacia la literatura y el lector. Creo que se ha vuelto al punto de partida de que el lector tiene que participar en el proceso literario, que no hay que darle una literatura digerida, sino que tiene que participar de ella.

P. ¿En qué estado se hallan las editoriales en México?

R. Las editoriales y la literatura en México, en términos de lectores, están muy mal, pero no es culpa ni de la literatura ni de las editoriales, sino de la precaria, lamentable situación de la promoción de la literatura en México y de la educación pública. Creo que una de las cuentas pendientes que tenemos es con el lector infantil.

P. ¿Cómo ve ahora, con distancia, el manifiesto contra el realismo mágico?

R. Creo que ha sido aceptado. Fue un proceso doloroso en el cual hubo resistencias y también muchos tropiezos de todas las partes, pero creo que lo que se dijo tanto en México como en el resto de América Latina estuvo bien dicho y el mensaje ha sido asumido. Espero que ahora estemos ya en la etapa de abocarnos a nuestras obras y de presentar con claridad y calidad la contrapropuesta. No basta decir que hay algo que no nos gusta o que hay que renovar, sino que hay que plantear obras que cumplan ese objetivo.

Ignacio Padilla (México DF, 1968). Premio Primavera de Novela con Anphithryon. También es autor de Las antípodas y el siglo (Espasa) y La catedral de los ahogados (todas en Espasa Calpe).

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