Firmar o no firmar
Eva asegura que no ha firmado ningún contrato, que nunca vio al comercial en persona, pero desde mayo no ha dejado de recibir facturas.
"A principios de año, un comercial me vende el producto por teléfono. Quedamos en que aceptaré el servicio de teléfono de Auna. Viene el técnico a casa, pero ante varios inconvenientes, como que no estaba previsto que conservara mi número de teléfono o el pedazo de agujero que me hacían en la pared, se marchó sin hacer nada".
Eva recibió muchas llamadas del comercial, pero dejó el tema porque ya no estaba interesada en el servicio. "Cuando ya me había olvidado del tema, me pasan a cobrar la primera factura, facturación de mayo, por un importe de 30,87 euros. Me cabreo. Les llamo. Me dicen que informáticamente estoy dada de alta. Yo les pido que busquen el contrato, porque yo no he firmado ningún papel, nunca he visto a un comercial en persona", explica Eva.
"Me dicen que tengo que enviar un fax para darme de baja del contrato. Les contesto que es de locos porque yo no puedo darme de baja de algo de lo que no me he dado de alta. Dedico varios días y varias conversaciones para decirles que no he firmado, que no tengo instalado absolutamente nada en mi casa. Hasta alguna de las chicas me reconoce que, evidentemente, no tengo consumo. ¡Cómo iba a tenerlo si no hay nada instalado!". La última noticia que recibe es que está en una lista de morosos.
En Auna aseguran que están revisando el caso, pero también quieren aclarar que la cliente sí ha firmado un contrato porque tienen sus datos bancarios en su base de datos. Desde la compañía explican que contrató cable, pero que no se llegó a realizar la instalación.
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