En los huesos
El cuadro belga también se encuentra inmerso en una profunda crisis y no cuenta con sus dos mejores piezas: Mendoza y Stoica
Por uno de esos misterios que suele proporcionar el fútbol, el Brujas ganó (0-1) al Milan en San Siro el pasado 22 de octubre. Misterio insondable, sobre todo para quienes un mes antes vieron en directo su partido con el Celta en el estadio Jan Breydel. ¿Era aquel equipo limitadísimo, al que el Celta regalara a última hora el empate por pura inexperiencia, el mismo que había liquidado al campeón de Europa en su propio feudo? Pues... sí, lo era. El cuadro belga aprovechó la musculatura explosiva de su delantero peruano Andrés Mendoza para vencer con un contragolpe y convertir el Grupo H en uno de los más ajustados de la Champions.
La hazaña, sin embargo, sería un oasis en medio del desierto. Tan sólo doce días después, el Milan se pasó por Brujas y recuperó lo que se había dejado en su casa: 0-1, gol de Kaká. Además, las derrotas en la pobre Liga belga empezaron a azotar al vigente campeón, que ya es el quinto, a 13 puntos de su principal rival, el Anderlecht. Y, lo que es peor, las lesiones se acumulan: ni Mendoza ni el rumano Stoica pisarán esta noche Balaídos.
El peruano fue expulsado en la ida por lanzar un balonazo con las manos a José Ignacio
Son loss dos jugadores más reconocibles. El Cóndor Mendoza, afectado de una pubalgia, viene de disputar con su selección los dos partidos clasificatorios para la Copa del Mundo de Alemania 2006, en los que Perú empató (1-1) en casa ante Brasil y (0-0) a domicilio frente a Ecuador. De 25 años, Mendoza fue expulsado precisamente en el primer choque con el Celta por lanzar con las manos un balonazo a José Ignacio, que exageró mucho la supuesta dolencia. Stoica, centrocampista liviano y habilidoso, de 23 años, el jugador de más calidad del Brujas, se perderá esta nueva cita por una distensión de los ligamentos de un tobillo.
La crisis, pues, está servida. "Jamás en once temporadas en este club he tenido una sensación de impotencia como ésta", ha declarado el capitán, el delantero Verheyen, de 33 años y 50 veces internacional con Bélgica. También, porque sabe que sus opciones en la Liga de Campeones son mínimas. Máxime, si se echa un vistazo a las estadísticas del torneo. Las del Brujas son paupérrimas tanto en el plano individual como en el colectivo. Es el conjunto del grupo que menos dispara a gol: 16 tiros en cuatro partidos; el que tiene menos posesión de balón: un 43% de media... Ha marcado sólo dos goles: un autogol de Juanfran y el citado de Mendoza. Y ha recibido cuatro.
"Seamos claros: nuestro fuerte no es el control del balón", reconoce Verheyen, el capitán, cuando se le pregunta cómo piensan enfrentarse al Celta. Será tratando de explotar el contraataque. Y a través de su único delantero, el espigado noruego Saertens, de 28 años, que llegó al Brujas de la mano del entrenador y principal figura del equipo: Trond Sollied. Ambos coincidieron en el Bodo Glimt, el modesto club noruego en el que Sollied se labró una reputación que le permitió fichar por el Rosenborg. Él es ahora la única voz optimista en el Brujas en medio del desánimo generalizado. "Es cierto que nos afecta la presión y que no hay nadie que tome la iniciativa, pero, si hemos ganado al Milan, ¿por qué no podemos ganar al Celta?", se pregunta, retórico, el técnico nórdico, defensor de un fútbol ofensivo en contraste con la cultura imperante en los últimos años en la selección de su país.
Sollied presenció en directo la semana pasada el Noruega-España en el estadio Ullevaal (0-3), clasificatorio para la Eurocopa de Portugal 2004. Y fue muy crítico con su combinado. "¿Qué le pareció el partido?", le preguntaron. "¿Qué partido? Sólo he visto un equipo: España", respondió Sollied, que fue uno de los candidatos para suplir a Nils Johan Semb como seleccionador, aunque rechazó la oferta al estar muy arraigado en Bélgica.
Tras dirigir al Rosenborg, Sollied se hizo cargo del Brujas y conquistó, la pasada campaña, la duodécima Liga del club belga. Precisamente ese logro fue el que persuadió al veteranísimo portero Verlinden, de 40 años, para seguir una temporada más. Verlinden es un guardameta pequeño y ágil que participó en las Copas del Mundo de Estados Unidos 94 y Francia 98.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.