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Tribuna:BARÓMETRO DEL CIS
Tribuna
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En la recta final

José Antonio Gómez Yañez

El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha publicado los resultados de su Barómetro de octubre, cuyo trabajo de campo se realizó entre los días 25 y 31 de octubre, es decir, tras las elecciones de Madrid. Aporta importantes novedades: la recuperación del PP y el descenso de la izquierda. Tanto PSOE como IU han perdido buena parte de los nuevos apoyos que habían acumulado hasta abril. El resultado es que el PP supera con cierta holgura al PSOE, en un 3,9%, sobre votos válidos, aplicando sistemas de estimación de voto más respetuosos con los datos directos que los que emplea el CIS. El PP se acerca al final de la legislatura con un electorado consolidado (que parece haber superado las tensiones a que fue sometido en el último año) y con un liderazgo al alza.

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El avance del PP se produce pese a que las opiniones sobre la situación del país no son positivas. La economía se percibe deteriorada: un 28,5% de los entrevistados opina que está peor que el año pasado, mientras que sólo un 12,0% piensa que está mejor, y las opiniones positivas y negativas sobre la situación económica actual se dividen a partes iguales: 25,4% y 24,5%, respectivamente.

En la valoración de la situación política hay tintes más problemáticos: un 31,5% opina que es mala o muy mala, mientras que sólo un 21,3% la juzga positivamente. Desde finales del año pasado, la opinión pública percibe conflictivamente la situación política. Este es el factor más negativo, por el momento, para la posición del PP. Es decir, la recuperación del PP no se apoya en una mejora significativa de la opinión sobre la situación del país.

Sin embargo, la valoración de la gestión de su gobierno ha dejado atrás los meses críticos de primeros de año. A finales de octubre, un 30,3% de los entrevistados le daba "calificaciones" positivas, mientras que un 27,2% lo valoraba negativamente, mejorando respecto a meses anteriores.

La valoración de los dirigentes políticos en la escala de 0 a 10 muestra una posición del PP mucho mejor que hace unos meses: Rajoy es el mejor valorado (4,63 de media), por encima de Aznar (4,56) y de Zapatero (4,47). Durante 2002 las imágenes de Rajoy y Aznar sufrieron una fuerte erosión, de la que se están recuperando. A la inversa, las de Zapatero y Llamazares, están erosionándose ahora. Es claro que los acontecimientos de este semestre no han sido bien gestionados por sus respectivos partidos.

El transcurso de los últimos meses está siendo abrasivo para el PSOE. La valoración de su actuación como oposición se deteriora: sólo un 15,1% de los entrevistados la juzga como "buena" o "muy buena", mientras que un 32,1% la valora como "mala" o "muy mala". En los últimos años la opinión pública ha hecho una valoración modesta de la actuación del PSOE en la oposición, pero el dato de octubre es negativo: apenas la mitad de sus votantes valora positivamente su actuación.

Las intenciones de voto han registrado importantes alteraciones desde julio. El PP ha recuperado los apoyos que perdió por su intento de reforma del mercado de trabajo y la posterior huelga general del 20-J. Tras la huelga general, sus apoyos apenas se resintieron por la fuerte tensión que se fue acumulando (reforma de la universidad, gestión del hundimiento del Prestige, implicación en la guerra de Irak), lo que revela el sólido respaldo de sus bases sociales.

Ahora, ha recuperado los apoyos que perdió de forma consistente: un 4% de votantes del PP que habían olvidado (en verdad, que no querían recordar) que habían votado al PP vuelven a recordar haberlo hecho. A finales de octubre estaba en unos niveles de intención de voto muy similares, incluso algo por encima, de los que registró en las elecciones de 2000. Los datos de otras investigaciones (por ejemplo Opina, ver EL PAÍS, 7-IX-2003) sugieren que está capitalizando la tranquila imagen de Rajoy, y que Aznar habría cargado con el desgaste del agitado devenir de los últimos meses.

El PSOE presenta una evolución negativa, hasta el punto de perder la ventaja que había ido acumulando desde la huelga general. Aunque su intención de voto actual está por encima del resultado que obtuvo en 2000, los signos de fragilidad de este electorado se acumulan y su tendencia en los últimos meses es recesiva. Su distancia con el PP puede estimarse en un 3,1% en porcentaje sobre censo, lo que equivaldría a un 3,9% sobre voto válido.

El gráfico adjunto muestra que el PSOE mantiene el apoyo de una parte de los abstencionistas progresistas de 2000, que han venido decantándose en el espacio de los últimos 18 meses. IU, por su parte, se mantiene por encima de los resultados que obtuvo en 2000, pero como el PSOE está sufriendo un descenso derivado de no haber logrado estabilizar los apoyos que venían aproximándosele en los últimos meses.

Así pues, todo indica que el PP ha logrado vadear el turbulento periodo político anterior, recuperando los votos que parecía en trance de perder y con un liderazgo en vías de consolidación. El PSOE está logrando, de momento, sostener el apoyo de parte de los abstencionistas de izquierda que propiciaron su mal resultado en 2000, pero ha perdido la ventaja que había acumulado en los meses anteriores.

Al tiempo, se acumulan los datos que hablan de su fragilidad política y electoral. E IU tampoco está logrando estabilizar los apoyos que había captado en los meses anteriores. Y así afrontan la recta final de 2004 los principales partidos nacionales.

El autor analiza los resultados del Barómetro

del CIS y destaca el hecho de que el PP

está recuperando apoyos, mientras

que el PSOE presenta una evolución negativa.

José A. Gómez Yánez es sociólogo.

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