Un estudio refleja que el 36% de los jóvenes deportistas cree necesaria la ayuda psicológica
Los jóvenes deportistas andaluces de alto rendimiento se enfrentan con los mismos problemas que el resto de la población de su misma edad. Un estudio encargado por el Centro Andaluz de Medicina del Deporte (CAMD) al Grupo Psicodeporte de la Universidad de Sevilla revela que aunque el deporte de alto rendimiento reduce lógicamente el consumo de drogas por parte de los deportistas, un 23% de los encuestados declara que ha bebido alcohol y un 16% que lo hace de forma habitual. El 3% de los encuestados dice haber consumido drogas ilegales.
El estudio, para el que fueron entrevistados 188 jóvenes de entre 12 y 16 años, el 64% varones, muestra que los jóvenes deportistas compaginan bien los deberes educativos y el deporte que practican. El 72% tienen aspiraciones universitarias y el 75% no ha repetido nunca curso.
Uno de los problemas que plantea el estudio es la compatibilidad de los jóvenes con sus amistades y los horarios de los entrenamientos. Y aunque sólo el 7% de los jóvenes deportistas andaluces de alto rendimiento tiene amigos dentro de su mismo grupo de élite, los amigos del 98% de los encuestados son deportistas. La juventud de los jóvenes deportistas no difiere mucho de la del resto de la población de su misma edad aunque el estrés al que se ven sometidos provoca que el 36% de los jóvenes crea necesaria la ayuda de un psicólogo en los entrenamientos y un 43% en la competición.
"Día a día muy duro"
Los datos no muestran problemas sociales derivados del deporte de alta competición. No obstante, Fulgencio Casanova, de 17 años y jugador del Caja San Fernando, reconoció en la presentación del estudio que "el día a día es muy duro". "Hay gente que comprende lo que haces y otra no y cuando te van mal las cosas los únicos que te quedan son tu familia", dijo. El joven baloncestista de Coria del Río (Sevilla), que se desplaza todas las tardes para entrenarse cuatro horas a la capital andaluza, no tiene muchos problemas para relacionarse. "Al final lo que pasa es que no puedes beber los sábados y que te pierdes algunas fiestas y fines de semana. Es duro pero luego lo compensas con los viajes que haces", dijo el joven, que añadió que no tiene muchos amigos en la cancha aunque tampoco problemas. "Somos competitivos y es difícil hacer amigos aunque en el colegio por las mañanas soy un chico normal", afirmó.
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