Experiencias similares en Suiza, Holanda, Canadá y Alemania

La dispensación de heroína a heroinómanos comenzó en Zúrich, Suiza, en 1994. El objetivo era suministrársela a los pacientes que habían fracasado en tratamientos con metadona. Como el ensayo dio buenos resultados, Suiza instauró un programa en distintos lugares del país. Desde 1995, por el programa han pasado 1.700 heroinómanos. Ninguno de ellos ha contraído sida.

El número de delitos asociados al consumo ha caído un 80% entre los participantes. También ha disminuido la prostitución y el consumo de otras drogas. No ha habido ni una sobredosis mortal. El programa, dirigido por el psiquiatra español Miguel Marset, planea ahora un ensayo con heroína en pastillas.

A rebufo de Suiza, Holanda comenzó un ensayo en 2000. Los investigadores trataron a 549 adictos divididos en tres grupos. Al primero se le suministró sólo metadona; al segundo, metadona y heroína inhalada, y al tercero, metadona y heroína inyectada. El programa se acompañó de la asistencia psicosocial obligatoria en estos programas.

En un estudio publicado en agosto en la prestigiosa revista British Medical Journal, los investigadores holandeses aseguraban que "la prescripción conjunta de heroína y metadona es posible, más efectiva, y probablemente tan segura como la de metadona sola para reducir muchos de los problemas físicos, mentales y sociales de los heroinómanos resistentes a otros tratamientos". La mejoría fue un 20% superior entre los que tomaron ambas sustancias que entre los que recibieron metadona sola. Alemania y Canadá han comenzado experiencias similares. Cataluña ultima un ensayo con heroína oral.

Un 30% de fracaso

La idea de todos estos programas surgió al advertir que aproximadamente un 30% de los heroinómanos fracasa en los tratamientos con metadona y había que buscar alternativas. En esa búsqueda de alternativas, Madrid comenzó en abril de 2003 a dispensar buprenorfina, un opiáceo similar a la heroína y la metadona.

Todas estas iniciativas han surgido en los últimos años, pero cuando en 1997 la Junta de Andalucía anunció su intención de comenzar un ensayo con heroína, no existía casi nada. El proyecto chocó con el rechazo del Gobierno. Éste encargó un informe a un comité de expertos al Ministerio del Interior (algo anormal, pues el encargado de aprobar un ensayo clínico es el de Sanidad), que dio el visto bueno al ensayo en mayo de 2001. En abril de 2002, lo aprobó Sanidad. Hasta agosto de 2003 no comenzó la dispensación. Habían pasado seis años desde que surgió la idea.