Rescatados cuatro jóvenes tras perderse en la montaña

Cuatro estudiantes de 18 y 19 años fueron rescatados a las ocho de la mañana de ayer tras pasar una noche perdidos en la sierra a unos 2.000 metros de altitud, cerca de Collado de Piornal, soportando una tormenta de nieve y ventisca. Su estado de salud era bueno. Sólo sufrían una leve hipotermia. "Hemos pasado mucho frío y un poco de miedo", admitió Sergio, el más joven de los cuatro. Protección Civil asegura que, por el momento, el riesgo de fuertes nevadas en la región ha pasado.

Los cuatro protagonistas involuntarios de esta historia son Sergio, canario de 18 años; Carlos, de 19; e Iñaki y un amigo, los dos vascos y también de 19 años. Tres de ellos estudian Ingeniería Aeronáutica y el cuarto Ciencias Geológicas, todos en universidades madrileñas.

El sábado se levantaron pronto y cogieron un autobús para trasladarse desde Madrid hasta Manzanares el Real. Tenían la intención de hacer una larga excursión desde allí a La Pedriza, pasar por la Cuerda Larga, seguir hasta la Bola del Mundo y bajar por el puerto de Navacerrada para coger un tren y regresar a la capital.

Pero el mal tiempo y la nieve acumulada en el camino por las últimas precipitaciones en la sierra hizo que el camino fuera más fatigoso y lento de lo previsto. Llegó el anochecer y los cuatro estaban aún muy lejos de Navacerrada, en un punto cercano al Collado de Piornal, a 2.000 metros de altitud. La climatología era cada vez peor: tormenta de nieve, niebla y ventisca. "No se veía nada. Cada vez hacía más frío y nevaba con más intensidad", explicó Sergio.

Los cuatro excursionistas, al verse perdidos, llamaron al teléfono de emergencia 112 para alertar de su situación, pero no supieron ubicar con precisión dónde se encontraban. Un equipo del Grupo Especial de Rescate en Altura (GERA) de los Bomberos de la Comunidad y la Unidad de Rescate de la Cruz Roja empezó la búsqueda inmediatamente, aunque ésta se prolongó más de 14 horas.

Desde el 112, los cuatro jóvenes fueron avisados de que cada grupo que les buscaba iba a emitir un número distinto de silbidos consecutivos. Así, mediante una nueva llamada al 112, los excursionistas podrían avisar de qué grupo de rescate estaba más cercano a donde ellos se hallaban. "La búsqueda ha sido intensa. El tiempo era bastante malo y nos preocupaba el efecto del frío y el cansancio sobre los chavales", explicó Felipe Crespo, miembro de la Cruz Roja que participó en la búsqueda.

"La noche ha sido muy larga, esperando todo el rato a que nos encontraran", relataba más tarde Sergio, uno de los estudiantes perdidos. "Montamos una pequeña tienda para resguardarnos, pero no evitó que nos empapáramos. La verdad es que no íbamos muy bien preparados", admitió.

Los cuatro estudiantes pudieron comer un poco gracias a los alimentos que habían llevado consigo para la excursión. "Nos quedaba un poco de chocolate y galletas, que hemos ido comiendo a lo largo de toda la noche", añadió Sergio. "Estábamos agotados, pero no queríamos dormirnos. Desde el 112 nos avisaron de que era muy importante que no nos quedáramos dormidos, porque en ese caso nos podía dar una hipotermia. Intentábamos no estar quietos dentro de la tienda. Movíamos manos, brazos y piernas para entrar en calor".

Con las primeras luces del día, los miembros del GERA y de la Cruz Roja lograron dar con ellos. "Estaban bien. Sólo sufrían una leve hipotermia, pero su estado de salud era bueno", explicó un portavoz de la Cruz Roja.