Política de pactos, toma de decisiones y 'plan Ibarretxe'

Todos los sectores enfrentados por el poder en EA tiran del mismo carro a la hora de defender la línea estratégica del partido: su firme apuesta por el nuevo marco político diseñado en el plan Ibarretxe.

Nadie cuestiona tampoco la actual fórmula de pactos que de manera "excepcional" se ha cerrado con el PNV, aunque sobre este punto se mantienen diferentes sensibilidades. El sector guipuzcoano ha defendido ese acuerdo desde siempre, mientras que los vizcaínos quieren abrir la unidad de acción a Aralar, AB y a los sectores que se han ido descolgando de Batasuna por su negativa a condenar la violencia. La ponencia oficial fija de una manera más genérica la apertura a ese mundo y remarca que EA está "decididamente dispuesta a continuar en la línea de colaboración actual con el PNV y, en su caso, con otros partidos".

La enmienda sobre este asunto de Intxaurraga (la 128) finalmente fue transaccionada. La ponencia aceptó incluir la parte referida a la apertura del partido a una unidad de acción con Aralar, AB y el mundo descolgado de Batasuna. El apartado octavo, titulado Colaboraciones estratégicas con otros partidos, fue el bloque más enmendado de la ponencia oficial con 75 de las 425 enmiendas que anoche seguían discutiendo los 660 delegados. Casi la mitad de estas 425 enmiendas fueron aceptadas sin debate por el ponente, Javier Caño, mientras que otras 25 decayeron.

¿Dónde está entonces el problema? La clave puede estar precisamente en los aspectos orgánicos, estatutarios y, sobre todo, en la toma de decisiones en el partido. Hay una crítica latente al núcleo duro de la ejecutiva, al que se le acusa de "imponer" en ocasiones determinadas decisiones -elaboración de listas, pactos, etcétera- de manera vertical y sin contar con el resto de la organización y otros niveles de decisión.

Es algo que ha quedado reflejado en episodios como la elección del candidato de EA en la lista conjunta con el PNV en San Sebastián, donde se pasó por encima del candidato elegido por la organización municipal y la dirección colocó a un desconocido. Una de las enmiendas discutidas, presentada por la organización local donostiarra, pedía la convocatoria de un congreso extraordinario para la "actualización y revisión de la ponencia de organización interna" y los estatutos. Fue rechazada por 318 votos en contra, 141 a favor y 11 abstenciones.