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Reportaje:

Seguros de cajeros al alza

Caser reclama mayor protagonismo tras su etapa de saneamiento

Caser reivindica mayor protagonismo en el mercado asegurador. Décimo en el ranking de ingresos, el entramado asegurador de 37 cajas de ahorro ha plantado cara a Mapfre en el concurso por Musini y se ha quedado como único candidato al contrato con Defensa para asegurar a los soldados. Tras el saneamiento de cartera y el regreso a los beneficios en 2002, ahora "la compañía pretende crecer algunos puntos por encima del mercado", asegura su director general, Ignacio Eyries.

El grupo asegurador, propiedad de 37 cajas de ahorro, se queda solo en la licitación para lograr el seguro de las Fuerzas Armadas

El Grupo Caser ataca de nuevo. En los seis primeros meses del año registró primas por 647 millones de euros, según datos de Unespa. Estos ingresos, que sólo alcanzan la cuarta parte de lo que ingresa Mapfre, no le impiden a Caser estar siempre en la pomada. "Nuestro objetivo se centra en sacarle algunos puntos al crecimiento del mercado. No pretendemos un crecimiento desbordado, porque nos obligaría a realizar un esfuerzo de saneamiento como sucedió hace un par de años, pero tampoco queremos crecer por debajo del sector, porque perderíamos cuota de mercado", indica Ignacio Eyries, que el año pasado accedió a la dirección general de Caser.

Después de años de fuerte avance del negocio, el grupo se vio obligado en 2001 a hacer un paréntesis en la tendencia para proceder a un fortalecimiento de sus reservas y al saneamiento de la cartera de pólizas. De unas ganancias medias anuales en la zona de los 12 millones de euros, Caser saldaba el ejercicio del ajuste con pérdidas de 23 millones de euros. El año 2002 supuso el regreso a los beneficios, con 4,4 millones de euros de ganancias. La compañía defiende esta trayectoria de stop and go: "El crecimiento de nuestro negocio por la vía interna ha costado muchísimo menos dinero que lo que hubiera representado la alternativa de la adquisición de compañías".

Frente al líder

Caser se encuentra ahora allí donde hay ruido. En el concurso por la aseguradora de grandes riesgos Musini, la compañía de las cajas plantó cara casi hasta el final a la todopoderosa Mapfre, líder del sector.

En la pugna por el contrato de aseguramiento de las Fuerzas Armadas, se ha quedado sólo en una licitación que supone asegurar a los militares españoles por un coste de 4,5 millones de euros. Una póliza que ha excluido la cobertura de los siniestros acontecidos en operaciones de paz en el extranjero, ya que estos riesgos los cubrirá directamente el Ministerio de Defensa.

La red de distribución de las cajas de ahorros, 10.300 oficinas, constituye el arma principal en poder de Caser. "La compañía cuenta con un enorme potencial, porque se pueden vender muchos más seguros en las cajas de ahorros". El grupo reclama la supremacía en el modelo de bancaseguros, porque con las 37 cajas de ahorro tiene establecidos acuerdos de toda índole y naturaleza. Constituye una relación especial: las entidades de crédito son a la vez accionistas de Caser y distribuidoras de sus seguros.

"Afrontamos el futuro con un triple objetivo. Recuperar la rentabilidad y la confianza de nuestros inversores tras la etapa de saneamiento y retormar de una forma ordenada la senda del crecimiento. La tercera pata de nuestra estrategia reside en potenciar todos los canales de distribución. No sólo nuestra red de agentes y corredores de seguros, que captan el 15% de las primas. También buscamos establecer acuerdos con otro tipo de distribuidores como entidades bancarias, agentes corporativos o concesionarios de automóviles", asegura Eyries.

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