El abandono rural

La provincia de Guadalajara, como Teruel, Soria y tantas otras de diversas comunidades autónomas, sufren paulatinamente y sin compasión una degradación de todo tipo de servicios e inversiones por parte del Estado.

La entrada en servicio del AVE Madrid-Lleida es un hito más en el proceso de aislamiento de pueblos y ciudades que ya no cuentan con paradas comerciales en la antigua línea de ferrocarril Madrid-Barcelona, porque ya no son rentables económicamente, y por otra parte hay que amortizar la descontrolada inversión del AVE.

Desde Sigüenza, lugar en el que resido, hemos visto cómo Renfe ha suprimido simultáneamente con la puesta en marcha del AVE, dos servicios a Madrid y otros dos que unían nuestra ciudad con Zaragoza y Barcelona. Un paso más en el aislamiento de nuestra región. La rentabilidad social ya no cuenta para el Gobierno español, y mientras con una mano la Unión Europea subsidia programas de desarrollo para las zonas rurales más deprimidas de España, como es el caso de Sigüenza y su comarca, con otra se recortan y suprimen todo tipo de apoyos de subsistencia real. Sin transporte, sin servicios de sanidad y educación adecuados, sin una política activa para facilitar la vivienda, será imposible que el mundo rural salga adelante.

Las políticas de subsidios, fomento de turismo rural, etcétera, son una solución de fachada y pandereta muy lejos de las verdaderas soluciones que requiere el mundo rural en España. Es posible que el Gobierno del PP, tan preocupado por la unidad de España, no haya caído en la cuenta de que en muchos rincones de la geografía española ya nos sentimos independientes, porque nos han abandonado a nuestra suerte.