Obras Públicas da el visto bueno a la primera fase de la línea de metro que cruzará Granada
El proyecto prevé la puesta en marcha en 2008 y soterrar algunos tramos del centro
La Consejería de Obras Públicas y Transportes ha definido cómo será la línea del metro que cruzará la ciudad de Granada. La ampliación del trazado hasta Armilla y el soterramiento de parte de los tramos que transcurran por el centro de Granada son las novedades con respecto al proyecto inicial. La intención de la Consejería es que en 2004 se redacten los diversos proyectos y que a principios de 2005 se puedan licitar las obras. Queda pendiente la decisión de la Junta sobre la petición del Ayuntamiento de soterrar la línea que pasará por el centro de la ciudad.
El metro cruzará la ciudad de Granada de este a oeste y unirá las localidades de Albolote, Maracena, Granada y Armilla. El trazado definitivo tiene 14,5 kilómetros, uno más que el previsto inicialmente, al ampliar la línea desde el Campus de la Salud hasta la ciudad de Armilla (al oeste de la ciudad). El coste estimado de este ramal del metro granadino rondará los 240 millones de euros. Una portavoz del Ayuntamiento de la ciudad, gobernado por el PP, afirmó ayer que no ha recibido información de la Junta y no quiso opinar sobre la decisión de la Junta.
Una segunda alteración importante con respecto a la propuesta inicial es que el paso del metro en el Camino de Ronda, según fuentes de la Consejería, "quedará soterrado en un amplio porcentaje del trayecto por esa vía". El camino de Ronda es una calle que absorbe gran cantidad de tráfico. El Ayuntamiento y la Junta coinciden en que la alta densidad de tráfico. Tiene cuatro carriles para coches, lo que, según Obras Públicas, es insuficiente para realizar un metro de superficie. Los tramos soterrados y los de superficie aún no están definidos.
En los próximos meses se redactará la evaluación de impacto ambiental del metro. Después, el Consejo de Gobierno de la Junta deberá hacer la declaración de interés metropolitano, que permitirá a la consejería contratar e invertir en este proyecto. A principios de 2005 está previsto que ya se puedan licitar las obras. Si toda va según lo previsto, las obras podrán comenzar a principios de 2005. El objetivo es que el metro funcione en 2008.
La previsión de viajeros para esta línea, según la consejería, gira alrededor de los 35.000 y los 40.000 al día. La financiación del proyecto no está decidida. Fuentes de la consejería esperan que el Gobierno central se haga cargo de un tercio de los 240 millones que requiere esta infraestructura. La Junta como los ayuntamientos tendrán que negociar también qué gasto asumen. Para los presupuestos autonómicos de 2004, la Junta ha asignado ya 2,24 millones de euros para el metro granadino, "suficiente para los trabajos que se harán en ese periodo", según la consejería.
El proyecto prevé dos líneas para Granada, la metropolitana, que unirá los pueblos, y la central, que irá por el centro de Granada. La central incluso más atrás de lo que estaba hace unos meses. La propuesta que la Junta sometió a alegaciones se ha visto modificada por las peticiones recientes del equipo de Gobierno popular del Ayuntamiento granadino.
El equipo de José Torres Hurtado no estaba convencido de las bondades de un metro de superficie como el que le proponía la Junta. Por ello, en octubre presentó unas nuevas alegaciones que modificaban sustancialmente el proyecto, que ya había recibido el visto bueno del anterior equipo municipal del tripartito, con el socialista José Moratalla como alcalde.
Estudio de viabilidad
Los populares querían soterrar la mayor parte de esta línea central a su paso por el centro de la ciudad. También presentaron numerosas alteraciones al recorrido inicial. Estos cambios hacen, según la Junta, que haya que volver a realizar un estudio informativo de viabilidad sobre este ramal. Ayer, la consejera anunció que encargará este estudio antes de fin de año y que de él dependerá su respuesta definitiva. Pasarán meses antes de que esta línea llegue al punto al que ayer llegó la línea metropolitana.
Otra de las áreas conflictivas en las infraestructuras granadinas es el tren de alta velocidad. En octubre, el presidente de la Junta ofreció al ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos una modelo de financiación en el que la Junta se comprometía al pago del 18% del tramo Granada-Bobadilla si el Gobierno asumía el restante 72%. Gutiérrez pidió ayer a Cascos que responda para poder licitar las obras a principios de 2004.
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