El 20% de los matrimonios entre gitanos se realiza por el ritual de su etnia
La media de edad de las mujeres calés al casarse es de 17 años
El 20% de los matrimonios entre gitanos se realiza por el ritual de esta etnia, que deja a la mujer en una situación de "subordinación institucional". El matrimonio como necesidad y no como opción, la elevada incidencia de la endogamia y la consanguinidad y la corta edad de casamiento, en especial entre las mujeres (17 años de media), fueron abordados ayer por el profesor de Antropología Social de la Universidad de Granada Juan Gamella.
Gamella dictó la conferencia que abrió las jornadas sobre la problemática de la población gitana en Andalucía, que se celebran hasta mañana en la sede Antonio Machado de Baeza (Jaén) de la Universidad Internacional de Andalucía (Unia).
El profesor presentó los resultados de un estudio etnográfico llevado a cabo durante cuatro años en más de 30 municipios andaluces, en el que se ha realizado un sistemático trabajo de reconstrucción genealógica y de demografía histórica con datos de unos 12.000 gitanos.
El primer rasgo distintivo es que los gitanos consideran el matrimonio como una necesidad, y no como una opción, lo que produce un bajísimo nivel de soltería, sobre todo entre las mujeres. "El matrimonio adolescente como norma tiene una influencia decisiva en el proceso de desarrollo familiar", indicó Juan Gamella. Además, la alta endogamia, la importancia de los matrimonios consanguíneos (con parientes cercanos) entre los grupos romaníes y que el motivo primario sea el tener hijos son otras señas de identidad de estos matrimonios. No menos importancia, añadió el conferenciante, tiene la "hipervaloración de la virginidad de la novia", lo que, a su juicio, se traduce en una exigencia de su demostración pública en ceremonias y ritos (...) y también formas de exaltación étnica".
Andalucía concentra actualmente a la mayoría de los gitanos españoles. Aunque no hay un censo real, el coordinador del curso, José Luis Solana Ruiz, profesor de Antropología Social de la Universidad de Jaén, cifró en casi 300.000 los gitanos que viven en Andalucía. Solana dijo que en los últimos años se ha producido en Andalucía un proceso de dualización, es decir, que un importante segmento se ha interrelacionado con la población mayoritaria y, de otra parte, un sector de población vive "en condiciones de marginalidad muy extremas".
Solana mostró la contradicción que le produce que grupos socioculturales menos numerosos y de presencia más reciente en España (marroquíes, dominicanos, senegaleses o gambianos) hayan sido objeto de más estudios y atención que la población gitana, que es la principal minoría étnica del país.
En este sentido, el profesor Juan Gamella manifestó que la etnia gitana ha estado a menudo "sujeta a deformaciones y manipulaciones por propios y extraños que fomentan el desconocimiento, el estereotipo y la ambigüedad en la interacción con ellos".
