1.200 grupos musicales intentaron incluir sus temas en 'Madden NFL'
Las bandas 'raperas' son las más habituales en los videojuegos de acción y deportes
"¿Dónde está su público cuando no está mirando la tele?", pregunta una campaña publicitaria refiriéndose al segmento juvenil de entre 15 y 25 años de edad. Básicamente están en dos lugares: en Internet o jugando con la videoconsola. Esto es lo que se desprende de recientes estudios de Media Matrix y Nielsen. Conclusión: si un producto quiere darse a conocer debe aparecer donde está su público. Por ejemplo, la música.
En pleno declive de la venta de CD (ha caído un 31% desde el año 2000), la industria musical busca a la misma audiencia (la juvenil), pero en nuevos escenarios. El primer paso ha sido la venta en red de canciones a granel, pero el segundo objetivo es colocar sus futuros éxitos musicales en los videojuegos con más tirón.
La música machacona de los viejos comecocos hace tiempo que se acabó. No tenía mucha lógica que quien se pasa cuatro horas ante una videoconsola escuchara tan mal sonido. Según Tommy Tallarico, presidente de Game Audio Network Guild, en manifestaciones a The Wall Street Journal, los fabricantes de juegos han triplicado su presupuesto musical en los tres últimos años (de 50.000 a 150.000 dólares).
Para Tallarico, que el pasado año creó GANG, asociación dedicada al sonido de los videojuegos, la situación de la industria del juego electrónico es como la del cine en la década de 1940.
Los BAFTA, premios de cine y televisión de la industria británica (equivalentes a los Oscar), han instituido para la edición de febrero el premio a la mejor banda sonora de un videojuego.
La compañía líder mundial de edición y distribución de videojuegos, Electronic Arts, fue pionera en la inclusión de canciones de grupos musicales en los vídeos introductorios de sus juegos. Blur y Chumbawamba se hicieron muy populares gracias a su inclusión en el simulador de fútbol FIFA 98. En la edición del próximo año esperan repetir la misma suerte grupos como Kings of Leon y The Clones.
Hace unos años las negociaciones con los grupos famosos eran costosas por no decir imposibles. Pedían exageradas sumas de dinero por aparecer en algo que a priori creían que les ridiculizaba. Por ese motivo se apostó por grupos revelación, más que por los consagrados. Pronto las compañías discográficas europeas notaron que las emisoras de radio les pedían canciones que sólo se habían lanzado en Estados Unidos, pero que habían llegado al viejo continente gracias a videojuegos como FIFA Football o NBA Live. Estaba claro que era un método de promoción eficaz.
"Una canción en un videojuego suena una media de tres veces por hora. Si se tiene en cuenta que un buen título tiene una vida útil de 60 horas o más, imagínense la de veces que llega el mensaje al comprador potencial", explica en una reciente entrevista a Financial Times el consejero ejecutivo para el área musical de Electronic Arts, Steve Schnur. El mismo Schnur opina que la banda musical es la segunda o tercera razón para comprar un juego.
El grupo Good Charlotte vendió 300.000 discos antes de que su sello decidiera poner una canción en el juego Madden NFL 2003. Desde entonces la banda ha vendido 3,5 millones de discos. ¿Qué parte de culpa tiene el videojuego?
Un total de 1.200 grupos musicales han participado en la selección de canciones para el simulador de fútbol americano Madden NFL. El proceso de selección, para los 24 temas del juego, ha durado un año.
La moda tiene tanto éxito que Britney Spears ha optado por lanzar un juego íntegramente con sus canciones, Britney's Dance Beat, editado por THQ para PlayStation 2 y Game Boy. Aquí el jugador debe entrenar a una cantante virtual, hecha a su imagen y semejanza, para que baile al ritmo de los temas de su último álbum. Es imposible no tararear las melodías tras unas partidas.
Para Tallarico las mejores bandas sonoras son las de Myst III: Exile, con la actuación de la orquesta en directo, y cualquier trabajo de Jeremy Soule, que participa en la música del juego Harry Potter, y el sonido de Halo.
David Bowie, como no podía ser de otra forma, fue el primer cantautor reconocido que no sólo compuso un tema exclusivo para un videojuego, Omikron: The Nomad Soul, publicado por Eidos, sino que además prestó su físico para aparecer como un personaje más dentro del título. Se interpretaba a sí mismo actuando en un bar virtual de mala muerte.
El último en anunciar su estrecha colaboración con un videojuego de éxito ha sido Peter Gabriel, cuyo tema Burn you up, burn you down sonará en Uru: Ages Beyond Myst, cuarta entrega de los juegos de aventuras creados por Rand Miller en Cyan Worlds.
Hoy por hoy no puede haber un juego de carreras que se precie que no incluya en su banda sonora, que puede escucharse a través del radiocasete virtual del vehículo, varias decenas de canciones de grupos conocidos. Sin ir más lejos, Project Gotham Racing para la consola Xbox incluye canciones de L.A. Guns, Gorillaz, Iggy Pop y Stereo MC's, entre muchos otros. Los grupos raperos son los preferidos en los 80 temas que incluye el juego True crme: Streets of L. A.
Ahora que la industria musical pasa por un momento difícil a causa de la piratería, no podía encontrar mejor aliado que los videojuegos, acostumbrados a superar el continuo pillaje desde el mismo día en que se inventaron.
Sony, uniendo las fuerzas de sus potentes divisiones, ha lanzado recientemente PlayStation: El Otro Lado, un doble CD más DVD que evidencia la estrecha relación entre la cultura del videojuego y la de la música comercial. El público encontrará en el disco canciones de grupos de actualidad que aparecen en videojuegos, junto a temas de otros artistas que no han salido nunca en un juego, pero que encajan perfectamente con este perfil, como Jamiroquay, Garbage o los españoles Melon Diesel.
Otra interesante recopilación musical es Grant Theft Auto 3: Vice City, juego de gran éxito. Es la forma que tiene un jugador para escuchar en su equipo de alta fidelidad todas las canciones que conoce. Blondie y Judas Priest son algunas de las bandas que prestan su música a los delincuentes virtuales de RockStar.
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