Álvarez afirma que Arenas "roza el delito" por negarse a pagar la deuda presupuestaria

La decisión del vicepresidente del Gobierno, Javier Arenas, de postergar de modo indefinido su oferta para liquidar la deuda presupuestaria que tiene el Ejecutivo central con la Junta originó ayer la indignada réplica de la consejera de Economía, Magdalena Álvarez. "Después de esperar dos meses, suelta esto. Con su actitud, está rozando el delito", advirtió Álvarez, quien aseguró que la decisión de Arenas es una "maniobra dilatoria más" y se suma a "una larga historia de traición con Andalucía". La presidenta del PP andaluz, Teóofila Martínez, salió en defensa de Arenas y sostuvo que "el traidor es Manuel Chaves", presidente andaluz, "por no cumplir con sus obligaciones".

El conflicto de la deuda presupuestaria deriva del enfrentamiento que mantienen ambas administraciones por el modelo de financiación autonómica entre 1997 y 2001. Durante ese tiempo, el Ejecutivo central se negó a devolver a Andalucía el 2% que retiene cada año a las comunidades para cuadrar luego las transferencias de fondos estatales. Es decir, en ese periodo el Gobierno sólo pagó el 98% de la cantidad que le había presupuestado a Andalucía (inferior a la exigida por la Junta, que pedía el reconocimiento del censo real).

La Junta y el Gobierno intentaron un acuerdo en 2002 para saldar una deuda que el propio Ejecutivo central cuantificó en 535 millones. Pero cuando el acuerdo estaba cercano, el Gobierno se limitó a ofrecer la liquidación de 1997 (una sentencia dio la razón a la Junta en este año) y tratar los demás ejercicios año a año. Las negociaciones se rompieron.

Tras múltiples peticiones de diálogo de la Junta, Arenas aseguró en septiembre que habría una nueva oferta del Gobierno "a finales de octubre". Pero el martes, tras un acto en Sevilla, indicó que la oferta no verá la luz porque "no existe un clima de entendimiento" y porque Chaves "ha reanudado la confrontación". El vicepresidente aseguró que no era el "momento propicio" ante la cita electoral de 2004, aunque estas circunstancias ya eran conocidas cuando hizo su anuncio en septiembre.

"La palabra de Arenas vale menos que una peseta antigua", indicó Álvarez, quien recordó al vicepresidente que "la simpatía o antipatía a la Junta no es ningún criterio de pago". La consejera recalcó que la Junta "ya aceptó la propuesta del Gobierno de recibir el mismo trato que las demás". Álvarez aludía a una carta de Arenas de noviembre pasado en la que ofrecía el mismo pacto que suscribieron Castilla-La Mancha y Extremadura, las otras dos comunidades que se negaron a aceptar el modelo de financiación entre 1997 y 2001. Según la Junta, la deuda global (que incluye el 2%, el censo real y los índices de evolución) por ese periodo es de 4.625 millones de euros, pero en atención a la oferta del Gobierno se mostró dispuesta a saldar las cuentas por 2.363 millones.

"Si hay confrontación es porque no nos pagan", afirmó Álvarez. "Arenas se comprometió hace dos meses a presentar una oferta sin que nadie se la solicitara. Dos meses después nos encontramos con una negativa basada en una excusa inútil y falaz", indicó ayer Chaves en Huelva, quien añadió: "Le voy a estar recordando su propuesta continuamente. Es muy serio que un ministro falte a su palabra".