Fernando Trueba rodará con Carlinhos Brown en las favelas de Bahía
El cineasta edita las canciones que regalaría a sus amigos y prepara más discos con Bebo Valdés
Fernando Trueba no se contenta con haber dirigido Calle 54 y la producción del disco Lágrimas negras, de Bebo Valdés y El Cigala. A su recopilatorio Música para los amigos, con obras de Charlie Haden, Phil Woods o Paquito D'Rivera, se suma We could make such beautiful music together, una nueva grabación para su sello del pianista cubano a dúo con el violinista Federico Britos. Además, el cineasta está preparando el rodaje de una película con Carlinhos Brown en Bahía.
"Casi se me saltaron las lágrimas el primer día que llegamos a la favela [barrio de chabolas]. De repente, oímos una música boom boom boom boom y al dar la vuelta a la esquina nos encontramos con un solar en el que había 50 niños de entre 8 y 10 años tocando con latas de aceite y un profesor que les iba enseñando. Hay una escuela de música, un estudio de grabación, y uno puede andar por la calle charlando porque han conseguido erradicar la violencia. Me gustaría retratar ese pequeño milagro y darle forma cinematográfica", explica.
"Ciudad de Dios es muy buena novela y una película estupenda, con una estética casi de videoclip y un punto Scorsese. Vemos hasta la belleza de la violencia, y eso es algo que está en el arte desde La Iliada. Me recuerda la frase que me dijo Billy Wilder al comentarle que en sus películas siempre hay personajes corruptos y gente que se prostituye: 'Fernando, es que la virtud no es fotogénica'. Pero yo creo que hay algo épico entre tener ahí una pistola y un timbal y coger el timbal".
Sobre Música para los amigos, cuenta: "Es un disco que me había hecho con temas que me gustaban mucho y lo tenía en el coche y en casa. Cuando lo oían los amigos, todos querían que les hiciera una copia", cuenta. "La discográfica me propuso hacer unos recopilatorios bonitos de música instrumental y les dije que si de verdad lo querían el primero ya estaba hecho. Se lo di ese mismo día. O sea, que es un disco muy sincero. Yo creo que a todos los que amamos la música nos gusta eso de 'mira, escúchate ésta de este disco".
En la carpeta de Música para los amigos hay una cita del pianista Arturo Benedetti Michelangeli: "La música es un derecho, pero sólo para quien lo merece". El disco empieza con Canción y danza VI, de Mompou: "En jazz, ya he oído varias versiones de obras suyas. Veo cada vez más músicos clásicos que graban discos de jazz. Y, a la vez, entre los músicos de jazz siempre ha habido versiones de clásicos, desde Miles Davis con el Concierto de Aranjuez, o la versión que a mí me encanta, que es la de Jim Hall, Paul Desmond y Chet Baker". También hay un Jobim tocado por Lee Konitz, un Gershwin de Chucho Valdés y dos grabaciones de Cinema Paradiso: "He leído un comentario en el que se decía: 'cómo se nota la cinefilia de Trueba' y, curiosamente, a mí no me gusta nada esa película con la que todo el mundo se emocionó. Pero sí que me gusta mucho la música, el tema de amor, sobre todo la versión de Charlie Haden y Pat Metheny, y la que grabó George Mraz".
Tras Lágrimas negras, el exitoso disco de Bebo Valdés con Diego El Cigala, ahora Trueba edita We could make such beautiful music together, dúo del entrañable pianista cubano con el violinista Federico Britos. Y en marzo saldrán los otros dos títulos de Bebo ya grabados. Calle 54 Records, la productora de Trueba y Chediak, "tiene vocación de publicar dos discos al año y ser una cosita muy pequeña, muy artesanal y muy personal".
Quizá lo peor de la piratería sea que desvaloriza la música. Se descarga gratis por Internet o se compra en una manta por tres euros. "El problema es quién va a invertir tiempo y dinero en producir un disco", dice Trueba. "El cine también es cada vez más tirao, incluso el que se hace con dinero se hace con mucho desprecio".
Babelia
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