"Tranquilidad y buen rollo son lo fundamental en un rodaje"

Terminal, el primer cortometraje de Aitzol Aramaio, narra una bella historia, a pesar de todo, entre una yonqui y un cincuentón; es una historia fraguada a base de sucesivos encuentros en autobús, muchas miradas y ninguna palabra, con un final realista y, por ello, cruel. Este cortometraje ha ganado ya 14 premios en diferentes festivales, entre ellos, el de Venecia (circuito off), el Festival de Cine Internacional de Tabor (Croacia), el Festival de Cine de Cinema Jove y acaba de proclamarse vencedor en el Festival de Cine Internacional de Berlin, Interfilm.

Pregunta. ¿Qué supone el premio de Berlín?

Respuesta. Un espaldarazo a nivel internacional. Ya hay una productora alemana que quiere distribuir Terminal a nivel mundial, y otra de la India que anda detrás de lo mismo.

P. ¿Qué destacó el jurado para otorgarle el premio?

R. La sensibilidad con la que está rodado el cortometraje y lo arriesgado de la propuesta, ya que es una película sin diálogos y sólo con música de fondo. Claro que la música la ha realizado Bingen Mendizabal, con lo que yo he tenido las espaldas bien cubiertas.

P. ¿Este galardón le abre el camino para rodar un largometraje?

R. Sí, me da más fuerza para afrontar un largometraje. He visto que cuando he arriesgado y he hecho un cine personal, ha funcionado. Una de las cosas importantes de los premios que yo he recibido es que muchos han sido otorgados por el público y eso demuestra que les ha llegado mi historia y mi forma de contarla.

P. ¿Ya está preparando ese largometraje?

R. Tengo una historia ya. La estoy escribiendo y sí, en principio, es para un largometraje.

P. ¿Qué puede adelantar?

R. Casi nada. No me gusta contar cosas que no tengo bien atadas. En esta ocasión quiero que la gente salga del cine alegre. Terminal mostraba el lado más contradictorio y oscuro de las personas. Ahora quiero mostrar el otro, que florezca el lado claro.

P. ¿Cómo se enfrenta a la preparación de una película?

R. Como una aventura, lo mismo que hice con Terminal.

P. ¿Se siente preparado para dirigir un largometraje?

R. Sí, ahí sí que no tengo ningún problema. Si al final hago la película, me enfrentaré a ella de la misma manera que dirigí Terminal. Me gusta dar mucha confianza a la gente en los rodajes, motivar a la gente, que se sienta parte del proyecto.

P. ¿Qué precisa para que un rodaje vaya bien?

R. Tranquilidad y buen rollo. Lo que tuve en el rodaje de Terminal: gente muy profesional, muy motivada y buen ambiente.

P. Terminal habla de la droga. ¿Cómo eligió ese tema tan duro?

R. Yo soy de Ondarroa y allí la heroína ha machacado mucho a la gente. Pero no quería contarlo desde un punto de vista duro, como ya se ha hecho muchas veces, sino con planos de amor. Para escribir el guión me basé en el cuento de Roberto Moso La chica de la terminal. Cuando lo acabé, di un salto al vacío. Invertí lo que había ganado trabajando en ETB en sacar el corto adelante, en tiempo para moverme y conseguir subvenciones.

P. ¿Nunca pensó en abandonar, no sintió que no podía con el proyecto?

R. No, no. Era una necesidad orgánica. Sentía que tenía que contar esta historia.

P. ¿Y cómo resultó?

R. Rodarla fue maravilloso. No tenía ni idea de cómo se hacía un corto; sólo sabía cómo quería hacerlo. El primer día de rodaje estábamos en la terminal de autobuses de Garellano, en Bilbao, y dije "acción", y un autobús comenzó a andar y a alejarse por la calle... Y todo el mundo mirándome. Yo no sabía que tenía que decir "corten".