La militancia da un aviso al líder
Los delegados del congreso del SPD alemán dieron ayer un aviso al canciller Gerhard Schröder y a su política de recortes sociales: sólo un 80,3% votó a favor de su reelección como presidente, un porcentaje escaso en votaciones de este tipo donde se suelen producir las llamadas mayorías búlgaras, propias de los tiempos anteriores a la caída del comunismo.
Peor suerte corrieron otros, dos peones de confianza de Schröder. El ministro de Economía y Trabajo, Wolfgang Clement, considerado uno de los padres de las reformas, recibió sólo un 56,71% de los votos para una de las vicepresidencias. El secretario general del SPD, Olaf Scholz, una de las figuras más polémicas del partido que intentó incluso borrar la expresión "socialismo democrático" del programa, recibió un varapalo y resultó elegido por los pelos: sólo le votó un 52,58% de los delegados.
Schröder encajó con deportividad el resultado -lo calificó de "serio y honesto"- y dijo que se explica a la luz del fuerte debate interno en el SPD con motivo de las reformas sociales. Casi 100 de los 506 votos válidos no fueron para Schröder: 409 a favor, 77 en contra y 20 abstenciones. En 1999 Schröder logró un 86,30% de los votos y en 2001 llegó al 88,58%.
Las votaciones para las vicepresidencias del SPD transcurrieron sin sorpresas. Salieron elegidos los cinco candidatos que se presentaban para los cinco puestos. Sólo el superministro Clement, el nombre que siempre se plantea como posible sucesor si Schröder llegase a tirar la toalla, tuvo un resultado penoso: apenas un 56,71%, expresión de que para el SPD la Agenda 2010 es un sapo difícil de digerir.
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