Desde la compasión
Haendel, Janácek, en unos meses Britten. La ABAO continúa su política de acercamiento a compositores que no ha contemplado en su medio siglo de existencia. Cada nuevo paso en esta dirección se está saldando con un éxito rotundo.
El director de escena David Pountney contempla Jenufa desde la compasión. Los conflictos de los personajes están en primer término, pero siempre con una ventana abierta a la esperanza, incluso en el caso de la sacristana Kostelnicka, más víctima que verdugo. El entorno colectivo y sus opresivos condicionamientos están en un segundo nivel de la narración, en función de hacer comprensibles las reacciones de los protagonistas. No hay una vinculación al paso del tiempo a través de las estaciones del año, como en los bocetos de Paul Hernon para Yuri Lyubimov en Londres en los ochenta, ni una presencia dominante del molino como en la lectura social del cineasta Bob Swaim en Salzburgo hace un par de años.
Jenufa
De Leos Janácek. Con Elena Prokina, Kathryn Harries, Michael Hendrick y Kurt Streit, entre otros. Orquesta Sinfónica de Bilbao. Director musical: Jiri Kout. Director de escena: David Pountney. Coproducción de la Staatsoper de Viena y la Janácek Ópera de Brno. Temporada de la Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera (ABAO). Palacio Euskalduna. Bilbao, 15 de noviembre.
Lo que motiva a Pountney y sus colaboradores, en esta coproducción de Viena y Brno presentada en Bilbao, es la transparencia en la manera de contar, la atemporalidad. Es un trabajo espléndido, con una cuidada dirección de actores y un revelador movimiento coral. La atmósfera naturalista, desde la luz y el color, refuerza el sentido trágico.
Otra Sacristana
Canceló sus actuaciones Raina Kabaivanska. En buena forma podría haber hecho una Sacristana de antología, por sus características de cantante-actriz entroncada con ilustres precedentes en el papel como Leonie Rysanek, Astrid Varnay o Hildegard Behrens. Su sustituta, Kathryn Harries, no estuvo mal, aunque sin alcanzar esas altas cotas de grandeza poética y dramática.
El personaje mejor construido de la noche fue el de Laca gracias a la extraordinaria actuación de Michael Hendrick, un tenor de corte lírico-heroico que contrastó a las mil maravillas con la línea mozartiana de un inspirado Kurt Streit como Steva. De gran categoría y sensibilidad asimismo fue la intervención de Elena Prokina, en el papel que da título a la obra.
El director de orquesta, Jiri Kout, sacó petróleo de la Sinfónica de Bilbao, con una lectura equidistante entre lo analítico y lo directamente pasional. Francisco Larrakoetxea se despide de presidente de la ABAO con unas inolvidables representaciones en consonancia con su gestión de estos años.
Babelia
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